La familia Aránguiz Sandoval continúa sorprendiendo cuando de fútbol se trata. Al legendario Charles Mariano, que la rompe desde 2015 en Bayer Leverkusen y es parte de la Generación Dorada de la selección chilena, se suman su madre y primo, ambos ligados al balompié criollo. Y ahora también apareció su hermano mayor, Gilberto Aránguiz.
La mamá del Príncipe, Mariana Sandoval, es una reconocida entrenadora de fútbol y es quien le enseñó a su retoño su exquisita pegada en penales, que lo han llevado a fallar pocos en su carrera, y tiros libres. Y también aparece Mario Sandoval, su primo que jugó, al igual que él, en Universidad de Chile y hoy lo hace en Curicó Unido. Y Gilberto también la rompe.
Al mirar la tabla de posiciones del Grupo Centro del torneo de Tercera B de ANFA, el mayor del clan Aránguiz Sandoval saca una sonrisa de oreja a oreja al ver que su Municipal Puente Alto comparte la cima de la tabla de posiciones con Chimbarongo FC, que lo supera solo por diferencia de goles ya que ambos tienen 35 puntos en 15 partidos jugados.
En diálogo con Las Últimas Noticias, Gilberto avisa que le encantaría tener a su hermano menor en el plantel.
Al ser consultado sobre si algún día podría dirigir a su hermano menor en el Municipal Puente Alto, Gilberto no esconde que la opción le entusiasma. “Sería extraordinario dirigir a Charles en mi equipo“, lanzó. Eso sí, advierte que “a él le queda mucho todavía, pero me dio gusto que se identificara con el equipo”.
En sus vacaciones, el Príncipe entrenó con el elenco puentealtino y Gilberto recuerda los consejos que le dio. “Con mi hermano hablamos del equipo y me da sugerencias. Un día me dijo que estábamos bien en defensa, pero había que trabajar más en la presión“.
“Él se involucró bastante. Vino a entrenar con nosotros y también aconsejó a los muchachos. Se vio reflejado al ver a los jugadores que vienen de abajo. Charles fue bastante generoso y no lo digo porque sea mi hermano”, complementó.
Sobre el presente de su equipo, Gilberto Aránguiz, que se hizo cargo de la dirección técnica de Municipal Puente Alto en 2020, resalta que“estamos peleando arriba. Esperamos llegar a la fase final. El año pasado quedamos picados”.
“Gracias al apoyo del alcalde Germán Codina y la Corporación de Deportes de la municipalidad comenzamos este lindo proyecto que me tiene muy entusiasmado a mí y mi cuerpo técnico que componen Miguel Valdés (ayudante técnico), Jonathan Valverde (preparador físico), Eduardo Muñoz (kinesiólogo), Migue Espinoza (preparador de arqueros y José Serrano (utilero)”, explica.
Para finalizar, explica como juegan sus equipos. “El fútbol es de momentos. Cuando hay que presionar, se hace, pero que si estamos en ventaja hay que administrar el balón. Lo ideal es defenderse con el balón, hacer las famosas transiciones, pero si hay que defenderse con todo, se hace. Estoy contento y espero que el equipo siga en esta senda y, por qué no, llegue a la Tercera A”, indicó.
“Yo fui papá joven y no pude seguir en la U, no quería que le pasara lo mismo”
Gilberto Aránguiz estuvo cerca de ser futbolista profesional. Hizo divisiones inferiores en Universidad de Chile y su técnico desde los 14 años fue el mismísimo César Vaccia, que lo tuvo bajo sus órdenes hasta 1998 y donde compartió camarín con Roberto Cáceres, Gamaliel García, entre otros. Pero la llegada de la paternidad lo obligó a dejar la actividad.
Por eso, también le preguntan por si le daba consejos Charles cuando comenzaba su carrera antes de ser el Príncipe en el que se convirtió. “Siempre hablábamos. Mas que un consejo, siempre le comentaba que tenía que aprovechar la oportunidad. Yo fui papá joven y no seguí en la U. Por eso no quería que le pasara lo mismo porque él tenía las condiciones”, recuerda.
Junto con eso, también le consultaron sobre qué tipo de cosas le comenta a Charles cuando no tiene un buen día con el Bayer Leverkusen, y confiesa que lo agarran para el leseo.“Más que nada nos echamos alguna talla. Como, por ejemplo, le decimos “no fuiste a jugar hoy”. O cuando le han hecho muchos goles, le preguntamos si va con el saco, esas cosas”.
“Charles es un gran jugador y un excelente hermano. Siempre está pendiente de sus hermanos. Somos bien apegados con él y con mis hermanas Mariana, María José y Camila. Obviamente que con mi mamá, Mariana, que está metida en el deporte y en el fútbol amateur desde hace años”, complementó.
Para cerrar, responde a si en algún momento espero que su hermano menor llegara a transformarse en la figura mundial que se convirtió por su tremendo talento con el balón. “Uno le vio condiciones desde chico. Y también desde muy joven se sacrificó. Imagínate que se fue a los 15 años a Calama. Entonces, está acostumbrado”, apuntó.
“Además que él está con su familia y eso ayuda bastante. Siempre está preocupado de todos, pero nosotros tratamos de no molestarlo. A veces me dicen que le pida ayuda a mi hermano y yo les respondo que el que se ha sacrificado es él. La gente a veces habla por hablar”, concluyó.