No hay peor refrán en el fútbol que el del “entrenador confirmado por la dirigencia, entrenador que se va”. Y fue lo que se le escuchó al administrador delegado del Inter de Milán, Giuseppe Marotta, al momento de hablar de Simone Inzaghi enIl Foglio a San Siro.
“Estamos muy contentos con Inzaghi. Tiene un gran margen de crecimiento, cuando llegue a la edad de Allegri o Ancelotti podrá ser uno de los mejores técnicos en ejercicio”, dijo Beppe Marotta justo después de la sorpresiva derrota ante Bologna.
El tropiezo interista le cedió la punta al AC Milan y ahora el cuadro de Alexis Sánchez y Arturo Vidal debe esperar una caída de los rossoneri para recuperar la punta y soñar con la defensa del Scudetto. Pero sólo quedan cuatro fechas para el milagro.
Inzaghi está cuestionado por los hinchas y los medios. Oficialmente tiene el apoyo dirigencial, pero la resolución de la Serie A y la final de la Copa Italia -el 11 de mayo ante Juventus- serán claves en su futuro. Por eso, el ex delantero tiene que jugarse el todo por el todo.
Opción para Vidal y Alexis
Y por eso este domingo ante Udinese se verán muchas novedades en el equipo. Samir Handanovic sigue en duda, pero el garrafal error deIonutRadu, que le dio la victoria al Bologna, exige agilizar la recuperación del veterano.
Mientras en la defensa se aguarda por la recuperación de Alessandro Bastoni, Arturo Vidal puede saltar de la enfermería a la titularidad en la medular, después de la suspensión del turco HakanCalhanoglu. Roberto Gagliardini es la otra alternativa de Inzaghi.
Y la ofensiva será clave. Joaquín Correa no ha satisfecho las exigencias como compañero de Lautaro Martínez y la ruleta da la vuelta nuevamente. Edin Dzeko, Alexis Sánchez y hasta el ecuatoriano Felipe Caicedo optan por la vacante que dejará el ex Lazio.
De esta manera, Inzaghi espera calibrar la dirección de un vehículo que ha perdido tono al término de la temporada y que aún está ha tiempo de recalcular. Aunque esta vez, con el futuro del entrenador cuestionado por una campaña accidentada.
