Colo Colo derrotó a Cobresal y se fue a festejar las Fiestas Patrias manteniendo su ventaja e, inclusive, aumentándola con respecto a Ñublense, que empató minutos más tarde con Everton en el Sausalito. No obstante, terminado el partido, no declararon Gustavo Quinteros ni la figura del partido, Juan Martín Lucero, ni a la transmisión oficial y tampoco en conferencia de prensa que, en el caso del DT, es obligatorio por reglamento. Los jugadores albos tomaron rumbo a camarines con la cara llena de risa por su éxito logrado y “desaparecieron” de El Cobre en minutos. 

Pero había una muy buena razón, misma que se presentó a la ANFP para excusar al técnico argentino con antelación: el partido terminó cerca de las 19:00 horas y el aeródromo Ricardo García Posada, donde aterrizó el vuelo chárter del Cacique y los esperaba para el regreso, sólo admite despegues o llegadas hasta las 19:30. ¿Por qué? No tiene iluminación artificial y deben aprovechar el límite de la luz natural para realizar maniobras. 

Es decir, Colo Colo tuvo que sacrificar hasta la ducha. Los futbolistas no alcanzaron a asearse y salieron disparados al bus, mismo que fue escoltado por Carabineros para llegar a tiempo a tomar el avión que trajo al puntero del Campeonato Nacional de regreso a Santiago. 

Cabe recordar que todo este apurado itinerario se vio forzado por el cambio de última hora en el partido, que estaba programado para las 20:30 de este jueves pero, por petición de la delegación presidencial local, primero se suspendió y, finalmente, se reprogramó para poco más de 24 horas antes. 

Pasadas las 21:30 horas, Colo Colo llegó a Santiago completando así su misión con éxito tanto en la cancha como fuera de ella. “¡Llegamos felices con los 3 puntos! Un pasito más”, publicó el Cacique en su cuenta de Twitter con una foto del plantel en la capital, mismo que entrenará hasta el viernes para luego tener libre hasta el miércoles con miras a la preparación del partido ante Universidad Católica que será, recién, el domingo 2 de octubre.