Estudiantes de La Plata igualaba sin goles ante Boca Juniors cuando se jugaban 25 minutos de la primera parte y Javier Altamirano tuvo convulsiones en plena cancha. Los compañeros quedaron aterrados ante la situación, aunque dos de ellos atinaron a socorrerlo.
Uno fue Enzo Pérez, a quien se le vio llorar mientras el talentoso volante ofensivo chileno se iba en ambulancia. El otro fue Santiago Ascacíbar, quien pocos segundos antes había caído en el área Xeneize. Eduardo Domínguez, el DT de los Pincharratas, gritó desesperado para que la ambulancia llegara rápido.
El capitán de Estudiantes, José Sosa, fue otro de los que corrió para todos lados clamando por ayuda para su compañero. Afortunadamente, los exámenes médicos no arrojaron ninguna anomalía cerebral en el zurdo chileno. “Sentimos una preocupación muy grande por lo que pasó”, explicó el Principito.
“Queremos agradecerle la paciencia a los árbitros y al equipo contrario. Más allá del malentendido y que casi no se podía escuchar, ellos estaban esperando con nosotros”, manifestó el experimentado centrocampista que jugó en el Bayern Múnich de Alemania, el Napoli de Italia y el Atlético Madrid de España, entre otros clubes europeos.
Javier Altamirano quedó tendido en el césped con un episodio de convulsiones. (Gustavo Garello/Getty Images).
Después de saber la gravedad de la situación y de palpar cómo quedaron los jugadores de Estudiantes, el juez Fernando Echenique suspendió el partido. “Nos ponemos en el lugar de nuestro compañero y su familia. Su mujer está embarazada y estaba acá en el estadio”, reflexionó Sosa.
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Los jugadores de Estudiantes quedaron afectadísimos, mientras que los de Boca aguardaron por saber novedades del estado de Javier Altamirano. El delantero uruguayo Edinson Cavani se llevó varios insultos de la hinchada del cuadro local. Pero fue uno de los más preocupados por el exmediocampista de Huachipato.
Es más, fue hasta el vestuario del cuadro anfitrión para conocer más antecedentes. Esa disposición a colaborar fue muy bien recibida por el portador de la jineta de los Pincharratas. Aunque no todo fue agradable para José Sosa, quien se molestó mucho por la pregunta de un periodista.
Apuntaba a la cantidad de partidos jugados durante una temporada. Pero la cabeza de él y sus compañeros estaba en otro lado. Cómo no, la vida de uno de los suyos parecía correr peligro. “Me parece muy desubicada la pregunta. Te acabo de decir que hay cosas más importantes”, zanjó el tema el volante del León. Afortunadamente, con el correr de las horas las novedades relativas a Altamirano y su salud fueron alentadoras.
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