Cuando el año terminaba, Qatar 2022 detuvo al mundo y nos dejó tremendos momentos para la historia, como la consagración de Lionel Messi entre los grandes de la historia del fútbol y el regreso de la Copa del Mundo a Sudamérica con el triunfo de Argentina. También dejó a un personaje de gran controversia: Emiliano Martínez. Amado por unos y odiado por otros.

El portero se convirtió en una de las grandes figuras de la cita planetaria. Partió discreto, así como Argentina, con un debut para nada bonito en la derrota ante Arabia Saudita. Pero poco a poco fue ganando protagonismo: su tapadón al australiano Garang Kuol fue fundamental para el paso a cuartos de final y su desempeño en la tanda de penales ante Países Bajos vital para seguir en competencia hacia el título.

Fue ante Francia, en la gran final del Mundial, donde realmente se lució y se alzó como una verdadera figura. Luego del empate de los galos en el alargue, lo que forzó el lanzamiento de los penales, Dibu estuvo certero: atajó el tiro de Kingsley Coman, lo que cementaría el título de Argentina y pondría el primer punto para bordarse la tercera estrella.

Entonces, ¿por qué es villano? Su alto nivel en lo deportivo y su papel en el título es incuestionable, pero fueron sus celebraciones las que lo terminaron manchando, sobre todo para los ojos de los europeos. Partió cuando ganó el Guante de Oro y ubicó el galardón frente a sus genitales en plena premiación. "Lo hice porque los franceses me abucheaban. La soberbia conmigo no va", justificó el golero.

El gesto del Dibu en la premiación del Mundial desataría críticas desde todos lados del mundo | Getty Images

El gesto del Dibu en la premiación del Mundial desataría críticas desde todos lados del mundo | Getty Images

Siguió con el minuto de silencio que le dedicó en el vestuario argentino a Kylian Mbappé, quien le marcó cuatro goles -dos en los 90', uno en el alargue y otro en la tanda de penales-. Ya lejos de Qatar, cuando arribó a Argentina para las masivas celebraciones por la tercera estrella de la selección, siguió dándole al delantero galo y paseó por Buenos Aires con un muñeco de un bebé con su rostro, con un silente Messi a su lado.

Continuó después con una burla a Aurelién Tchouaméni, uno de los franceses que falló su lanzamiento en la tanda de penales y que, por su lado, estaba recibiendo insultos racistas en Francia. "Cuando atajo el primer penal, sé que el otro chico iba a estar nervioso. La tiró fuera, se cagó todo", aseguró. Así, quedó como enemigo declarado, con críticas desde el presidente de la federación gala hasta los ministros de Estado.

Martínez celebró en Buenos Aires con un muñeco de Mbappé, desatando nuevas críticas | Redes

Martínez celebró en Buenos Aires con un muñeco de Mbappé, desatando nuevas críticas | Redes

Pero no solo en Francia fue apuntado. Incluso en la Premier League, donde juega con la camiseta del Aston Villa, le cayeron los reproches. "Se avergonzó a sí mismo y a su país. Parecía un payaso vulgar", dijo Graeme Souness, histórico del Liverpool. Ni de su propio DT se salvó. “Cuando tienes una emoción tan grande a veces es difícil de controlarse, hablaremos sobre sus festejos", sumó Unai Emery como advertencia.

Más allá del título de villano que se ganó por Europa, es totalmente diferente la visión que se tiene en Argentina. El Dibu, quien en 2018 se propuso ser el portero titular de la Albiceleste y lo logró, es uno más de las históricas figuras que fueron celebradas por millones en las calles de Buenos Aires. Ahí está el Dibu: villano o héroe, dependiendo del lado que se le mire.

El Dibu: un héroe de Argentina y un villano para el resto | Getty Images

El Dibu: un héroe de Argentina y un villano para el resto | Getty Images