Con 22 años, 128 partidos oficiales y 28 goles, Diego Valencia es uno de los futbolistas chilenos nacidos de 2000 a la fecha que más camino recorrido llevan en el profesionalismo. El ariete de Universidad Católica se ha hecho espacio y con un registro interesante: cuatro campeonatos disputados y cuatro campeonatos ganados en el cuadro cruzado.

Pero los ciclos tienen principio y final y en el caso de Valencia, parece que la estadía en San Carlos de Apoquindo va llegando a su fin. Su contrato expira a fin de año y los universitarios tienen, en este mercado invernal, la gran opción de sacar un rédito económico con su venta antes de que expire el vínculo.

Y en la prensa europea están al tanto de la situación. No en vano desde Países Bajos aparecen dos equipos de primerísima línea vinculados al viñamarino. El subcampeón, PSV; y el semifinalista de la última Copa KNVB y uno de los clubes de mayor desarrollo en la última década, AZ Alkmaar.

El equipo de Pascal Jensen tenía en la mira al delantero argentino Ezequiel Bullaude (21 años, Godoy Cruz), pero el conjunto mendocino no aceptó el ofrecimiento y Valencia aparece como alternativa destacada para reforzar el centro del ataque de AZ, que integran el griego Vangelis Pavlidis, el turco Yusuf Barasi y los jóvenes Ernest Poku y Jelle Duin.

Pero el Pollo no sólo escucha canto de sirenas desde la tierra de los tulipanes. Los últimos reportes de mercado sitúan al ariete en la órbita de la Sampdoria de Italia, uno de los equipos más tradicionales del calcio: Manolo Gabbiadini viene saliendo de una rotura de ligamentos y se busca renovación para Francesco Caputo (34) y Fabio Quagliarella (39).

El tema de los costos no parece relevante para equipos del primer mundo futbolístico, ya que Valencia termina contrato en la UC y el precio no debiera ser muy alto; por lo que las puertas parecen abiertas para un nuevo destino futbolístico.