La aguerrida final de Europa League pudo definirse en el minuto 75, cuando el defensor brasileño, Roger Ibáñez, contactó con el atacante de Sevilla, Lucas Ocampos, en el centro del área de la Roma. La jugada de penal dejaba en ventaja 2-1 al cuadro español, pero al final fue anulada por el VAR.
Con un golazo de Paulo Dybala a los 34′ y un autogol de Gianluca Mancini en el 55′, el encuentro se encontraba empatado 1-1. A tan solo 15 minutos del final, Sevilla tuvo la chance de ponerse en ventaja en el resultado, pero se lo arrebataron de las manos.
Anthony Taylor, el árbitro del partido, pitó en primera instancia la supuesta falta que significaba un penal a favor de los Blanquirrojos. Sin embargo, al revisar el VAR no dudo en desestimar su decisión previa y continuar con el juego, ganándose los gritos inmediatos de los hinchas sevillanos.
El enojo de los hinchas por el polémico penal anulado
La jugada comenzó por el costado izquierdo, entre los volantes españoles Jesús Navas y Suso, que abrieron camino a Ocampos para que recibiera en el borde del área con la marca encima. La osadía del atacante argentino hizo que se le complicaran las cosas a Ibáñez, que punteó la pelota como pudo muy cerca de la pierna de su rival.
Los reclamos se hicieron escuchar en el Puskás Arena, donde los miles de hinchas del Sevilla estaban convencidos de que era penal. Mientras tanto, en el otro lado los seguidores de la Loba pudieron recuperar el aliento a pocos minutos del final.
As Roma y Sevilla FC siguen luchando por coronarse campeones de la UEFA Europa League, en un partido que se extendió al tiempo extra y podría llegar hasta los penales. Falta poco por saber si se extenderá la estadística de Mourinho o el éxito europeo del Sevilla.