El Chelsea de Inglaterra está viviendo un complejo proceso de reconstrucción tras una destroza temporada 2022-23. El cuadro londinense gastó millones a lo loco comprando jugadores y no fue capaz de clasificar a las copas europeas, todo un fracaso para The Blues si consideramos además que terminó de la mitad para abajo en la Premier League.
Si solo consideramos la pasada ventana de mercado de pases, la mediados del 2022-23, los de Londres desembolsaron unos 355,5 millones de euros. ¿Y en qué jugadores? Pues compraron a Enzo Fernández por 120 millones y a Mijailo Mudryk por una cifra similar, por nombrar un par.
Así las cosas el equipo de Mauricio Pochettino necesita vender y bastante para no quedar con el agua hasta el cogote en el fair play financiero. Y mal no lo están haciendo, porque en este mercado de fichajes han sabido deshacerse de varios jugadores a cambio de un buen dinero.
Viendo el detalle, hasta ahora las ventas más caras del Chelsea son las de Kai Havertz al Arsenal a cambio de 70 millones de euros y Mason Mount al Manchester City por 64 millones de la moneda europea.
Bastante más atrás, pero de igual manera por harta plata, aparecen Mateo Kovacic traspasado al Manchester City por 29 millones de euros, Kalidou Koulibaly al Al Hilal por 23M€, Edouard fichado por Al Ahli a cambio 18.523M€ y Loftus-Cheek al Milan por 16M€.
Y todavía le falta vender al Chelsea
Así las cosas, el Chelsea va camino a todo un récord de dinero juntado solo en ventas. Cuando mejor vendió fue en la temporada 2017-18 con 195 millones de euros en traspasos y ahora, bajo la misma metodología de recaudación, ya va camino de los 300 millones.
Se espera que pronto el cuadro de Londres supere esa barrera de los 300 millones. Sin ir mas lejos, todavía resta vender a jugadores como Christian Pulisic y Pierre Emerick Aubameyang, dos que no están en los planes de Pochettino.