La partida de Lionel Messi del Barcelona, el club de toda su vida, impactó fuertemente al mundo del fútbol. Pero sin lugar a dudas que el mazazo más duro fue para Sergio Agüero, quien dejó Inglaterra para emigrar a España a jugar con su amigo, en un sueño que se desplomó de un momento a otro.

El Kun dejó Manchester City tras una década y como goleador histórico del equipo de Josep Guardiola para buscar nuevos desafíos junto a su compatriota, colega y amigo, sin embargo, el artillero no contaba con las vueltas del fútbol.

Tras no lograr un acuerdo económico el Barcelona le dijo adiós a Lio Messi, poniéndole fin a una época histórica del club y, de paso, haciendo miles de pedacitos la ilusión de Agüero, quien no podía dar crédito a lo que estaba viviendo.

Luego de concretarse el adiós de La Pulga, los blaugrana decidieron no perder tiempo y dar vuelta rápidamente la página, ofreciéndole la dorsal 10 vacante al Kun, oferta que el trasandino no tardó en rechazar.

"¿Negarse a llevar la camiseta número 10 en el Barcelona? No es que no quisiera, sino por respeto a Messi", confesó Agüero a Ibai.

Tras la determinación del ex artillero del City, los culés comenzaron la búsqueda del heredero de la diez, hasta llegar a la conclusión de que Ansu Fati era el indicado para ocupar el número dejado por Lio.

 

De esta manera, y luego de trece años en que la mítica dorsar identificó a Messi en cancha, ahora será el turno de otro de darle relevancia y escribir nuevas historias junto al Barça, desafío que el Kun simplemente no quiso tomar por fidelidad a su amigo.