Tras varios idas y vueltas, hay una decisión: la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Flamengo no se jugará en Chile por el estallido social.

 

La determinación la tomó la Conmebol pese a que las autoridades chilenas garantizaron la seguridad para el 23 de noviembre, fecha en la que estaba dispuesto el encuentro. De hecho, la recién asumida ministra del Deporte, Cecilia Pérez, aseguró que estaba todo en orden para realizar el cotejo.

¿Dónde se irá? A Lima, Perú. Así lo dejó en claro el vicepresidente de Flamengo, Marcos Braz, a través de sus redes sociales. Y, en principio, se mantendrá la fecha.

Minutos más tarde, la propia Conmebol ratificó la decisión en sus redes sociales:

La nota curiosa la aporta que Perú pudo organizar otros dos eventos de gran escala a nivel sudamericano y, finalmente, se quedará con uno de los más destacados de rebote: iban a ser sede del Mundial Sub 17, pero se corrió a Brasil y eso permitió al Scratch clasificar, ya que quedaron fuera del hexagonal en su momento. Y también se quedaron sin la final de la Sudamericana, que se fue a Asunción.