Cecilia Pérez aparece como la única mujer en las tres listas presentadas para la presidencia de la ANFP. La exministra del Deporte y actual directora de Azul Azul es parte de la candidatura de Lorenzo Antillo, quien planea hacerle la pelea al actual timonel, Pablo Milad, y a su contricante Fernando Aguad.
La solitaria presencia de Pérez entre los aspirantes a la ANFP, y las dudas que surgieron respecto a si cumple o no con los estatutos para formar parte del directorio -sí lo hace-, pone un importante tema sobre la mesa: el Club de Toby que se mantiene en el ente rector de nuestro fútbol, que nunca ha tenido a una mujer en su sillón.
Y es que existe una situación particular en Quilín que llama la atención. Hace un año, se presentó una reforma que traería, entre otras cosas, un importante cambio respecto a la participación femenina en la ANFP: la obligatoriedad de incorporar mujeres en todos los estamentos internos de la asociación, incluido el ahora peleado directorio.
Pero esta se encuentra estacanda desde entonces. El escrito, que fue enviado a inicios de octubre de 2021 a la comisión jurídica y que esperaba ser aprobado ese mismo año, no se ha movido de ahí, por lo que sigue sin poder ser votado por los clubes profesionales en la ANFP.
Ahora, y en medio del revuelo que traen las nuevas elecciones para la presidencia de la ANFP, salta la duda de por qué existe tanto atraso en la discusión de una propuesta tan importante. Y en eso, es importante mencionar que la reforma a los estatutos, además, establece la inhabilidad de representantes para ser dueños de clubes y la prohibición de la multipropiedad, es decir, de que alguien sea dueño de parte de dos o más clubes.
El pasado julio, el Consejo de Presidentes pidió una nueva prorróga para que sus abogados, quienes ya participaron en la redacción, estudiaran los cambios que se presentaron sobre las bases del ente que rige al fútbol chileno. Desde entonces, no hay novedades.
