La selección chilena Sub 17 se juega contra Venezuela un partido muy importante en el hexagonal final, pues son rivales directos para agarrar el último boleto y clasificar al Mundial de la categoría. Por eso, en la cancha hay mucha pierna fuerte. Y rodilla también.

Así lo pudo comprobar el capitán del seleccionado que dirige Hernán Caputto, el defensor Iván Román. Fiero en la marca se ha mostrado durante todo el torneo, algo que volvió a demostrar ante la selección llanera. Aunque esta vez, no sacó la mejor parte.

Cuando Giovanny Sequera quiso encararlo a los 16', el central de la Rojita lo anticipó de gran manera para despejar el balón. El problema es que el venezolano aterrizó con su rodilla izquierda en los genitales del chileno, que pegó un grito feroz por el dolor.

Además de la tortura que significa el impacto en esa delicada zona, hay que sumarle el susto. Esto porque el jugador de Palestino temió quedar con voz de pito, por lo que de inmediato se levantó el pantalón para hacerse una revisión instantánea, asegurándose de que todo estaba en su lugar y no iba a quedar alguna secuela que lo dejara apuntando para Saturno.

Luego de esa veloz inspección visual, donde todo fue positivo, su cara se mostró más aliviada y empezó a tomar aire nuevamente, entendiendo que rápidamente iba a recuperarse para seguir siendo el patrón de una defensa que se vio impecable en esa primera parte.

Una anécdota que seguramente Román no olvidará, aunque de seguro el Sudamericano va a querer recordarlo más por el rendimiento que los lleve a clasificar al campeonato mundial que por el choque que le ocasionó tamaño sobresalto.

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