AC Milan le ganaba 1-0 tranquilamente al Sparta Praga, por el grupo H de la Europa League cuando la superestrella sueca Zlatan Ibrahimovic falló un penal.

El sueco demostró que es humano y por querer ubicar el balón en el ángulo, estrelló el disparo con el horizonatal casi botando el arco del Praga.

Cuando el reloj marcaba 34 minutos el defensor David Lischka derribó en el área a Zlatan el que se paró rápidamente dando por hecho que el segundo gol estaba timbrado.

Sin embargo, el sueco tomó distancia y remató fuerte arriba aunque el caprichoso balón impactó el horizontal.