Kevin de Bruyne sufrió hace poco uno de los golpes más duros de su exitosa carrera, tras caer junto a Manchester City en la final de la UEFA Champions League ante el Chelsea. Sin embargo, a casi un mes de lo sucedido, el belga realizó una importante e inesperada confesión.

El partido para el seleccionado de Bélgica fue especialmente triste, ya que fue embestido por Antonio Rüdiger con un durísimo choque, resultando con el tabique nasal y el orbital del ojo izquierdo fracturados y sin poder levantarse del pasto, viéndose obligado a salir con ayuda.

Afortunadamente para De Bruyne, la lesión no necesitó ser reparada en el quirófano, pero la recuperación no fue tan rápida como se esperada y le obligó a perderse el debut de su selección en la Eurocopa.

Hoy el jugador está en buen pie y se luce junto al combinado belga en la Euro, por lo que no tuvo problemas en referirse en conferencia de prensa a la triste derrota sufrida el pasado 29 de mayo.

"Como jugador, siempre es una pena perder una final. Pero después de haber tenido una gran temporada en el Manchester City, tal vez no sea tan malo como si no hubiéramos ganado nada hasta ese momento", lanzó.

Tras sorprender con sus palabras, De Bruyne agregó que "el día después hablamos (con el plantel) y la decepción no fue tan mala".

 

De esta manera, el futbolista belga confimó que perder el trofeo de la Liga de Campeones a manos de Chelsea de Thomas Tuchel no fue del todo trágico, y que la resiliencia del equipo de Pep Guardiola es altísima.

Por lo pronto, Kevin de Bruyne está enfocado al cien por ciento en la selección de Bélgica, que mañana lunes a las 15:00 horas jugará ante Finlandia por la tercera jornada del Grupo B de la Eurocopa.