Kevin De Bruyne dio una tremenda muestra de clase y calidad humana durante la jornada de ayer en la Eurocopa, midiéndose en los festejos de su gol en el partido entre Bélgica y Dinamarca como muestra de respeto por lo sucedido con Christian Eriksen en el Parken Stadion.

El crack de Manchester United se robó la película el jueves en el duelo entre daneses y belgas, erigiéndose como genio y figura de la cancha tras anotar un recontragolazo a los 70' de juego y darle al combinado de su país el triunfo y los puntos.

Sin embargo, la mayor muestra de calidad vendría después del tanto en sí, cuando De Bruyne decidió festejar la diana con toda la mesura posible en señal de respeto hacia su colega Christian Eriksen, que estuvo a punto de perder la vida en esa misma cancha hace casi una semana.

Tras el encuentro, el belga habló en conferencia de prensa, donde reconoció que su tranquila celebración se debió a un necesario momento de recogimiento por el terrible momento vivido por el danés:

"Estaba feliz, claro, pero no quería festejarlo demasiado por lo que pasó en el último partido. Tengo mucho respeto por todo el mundo aquí. Fui a la parte del campo donde (Christian ) Eriksen se desvaneció el sábado y mantuve la calma", explicó.

El jugador añadió que "sabíamos que habría momentos difíciles contra Dinamarca y frente a este público después de todo lo que pasó".

De esta manera, el jugador de los Citizens de la Premier League sacó aplausos por su actuar, demostrando una vez más que el fútbol es muchísimo más que sólo personas corriendo detrás de una pelota.

Por otro lado, Kevin De Bruyne también se tomó el tiempo de analizar el partido entre Bélgica y Dinamarca, revelando que el triunfo no fue sólo miel sobre hojuelas, y que el rival les puso las cosas difíciles.

"En un torneo como este vamos a tener momentos difíciles y tienes que intentar responder a eso. En la segunda parte encontramos la solución, hemos respondido bien como equipo", reflexionó en el cierre.