Manchester United recibió este sábado 12 de marzo al Tottenham en el estadio Old Trafford, duelo válido por la fecha 29 de la Premier League y al cual los locales llegaron con la obligación de ganar para empezar a tomar confianza dejando atrás tres partidos consecutivos sin saber de triunfos.

Y con esa mentalidad entró Cristiano Ronaldo a la cancha, ya que pocos minutos pasaron después del pitazo inicial del árbitro Jonathan Moss para que el ariete portugués de 37 años sacara a relucir una de sus grandes características de juego para abrir el marcador.

El Bicho nos ha acostumbrado a lo largo de su carrera a deslumbrar con potentes lanzamientos desde fuera del área para anotar y esta no fue la excepción, ya que sacó un verdadero bombazo en el minuto 12 con el que dejó sin ninguna opción de atajar al arquero francés Hugos Lloris.

Una verdadera joya que hizo estallar a los hinchas locales, quienes celebraron junto a CR7 haciendo retumbar el teatro de los sueños con el popular grito del goleador histórico de la selección de Portugal, aunque eso no sería todo ya que Cristiano todavía tenía historia por contar antes del final del primer tiempo.

Y es que en el minuto 35 Harry Kane marcó de penal tras una mano en el área del United y David De Gea no pudo hacer nada para contenerlo, por lo que las cosas se pusieron 1-1.

Sin embargo, Cristiano Ronaldo no dejó caer a los Diablos Rojos y se puso rápidamente manos a la obra para volver a poner en ventaja al equipo dirigido por Ralf Rangnick, y en el 38' fue asistido por Jadon Sancho para marcar el 2-1 con el que se fueron al descanso tras los primeros 45 minutos.

Toda una hazaña para el experimentado delantero, pero con lo que también agrega un nuevo récord a su larga vitrina de premios, ya que después de esa anotación llegó a los 806 goles oficiales y superó el récord de Josef Bican que tenía 805, por lo que ahora CR7 es el máximo goleador en la historia para los registros de la FIFA y también de la IFFHS.

En el complemento todo fue mágico para Cristiano Ronaldo, pero empezó mal. Esto porque un autogol de Harry Maguire en el 72 puso el empate 2-2, pero el portugués no quería que le arruinaran su tarde y marcó el 3-2 final en el 81', anotando su primer triplete desde su regreso al Manchester United.