En una verdadera teleserie se ha convertido la pelea tras bambalinas entre la ANFP y Colo Colo. Es que el entrenador del Cacique, Gustavo Quinteros, no se resiste a tener que jugar este jueves ante Unión La Calera en el estadio Monumental, por la octava fecha del Campeonato Nacional.
La situación es compleja. Este martes se juegan las eliminatorias y los albos creen que no podrán contar en las mejores condiciones con sus jugadores seleccionados por Chile (Brayan Cortés, Gabriel Suazo y Esteban Pavez) y Perú (Gabriel Costa).
El técnico pidió que el partido se adelantara uno o dos días, pero no hay alternativas para hacerlo. Y eso que el cuadro albo jugará este duelo a puertas cerradas, en castigo por los incidentes del último choque ante Audax Italiano, cuando hubo reiterado lanzamiento de proyectiles en contra de la visita.
En Quilín han recibido llamados desesperados del gerente técnico de Colo Colo, Daniel Morón. Pero el mal comportamiento del público en los últimos años simplemente echa por tierra cualquier autorización de parte de las autoridades de gobierno.
Por qué Colo Colo no puede jugar otro día
Colo Colo está en un zapato chino. La programación inicial del encuentro ante Unión La Calera, este jueves ante Unión La Calera en el estadio Monumental (19:00 horas), se mantiene a fuego debido a las demandas de seguridad.
Los albos pidieron jugar el viernes, pero las autoridades desaconsejaron la petición por la obligación de repartir fuerzas policiales entre este evento y las marchas que se producen en el sector céntrico de Santiago.
“Aunque sea a puertas cerradas, si no están los carabineros los hinchas son capaces de echar abajo los portones, como ya ha pasado”, aseguran desde la autoridadmetropolitana, por lo que la única chance sería disputar este partido fuera de Santiago.
Sin embargo, nuevamente el comportamiento de los hinchas es piedra de tope, ya que las autoridades de regiones se apuraron en expresar su inquietud por la posible visita del elenco popular.
La última opción era reprogramar el día sábado o domingo. El sábado debiera ser fuera de Santiago, ya que la autoridad no permite que Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica jueguen el mismo día en la misma ciudad, que sería el caso al coincidir con el clásico universitario.
Pero por sobre todo, el hecho de que nadie ha pensado en Unión La Calera, el conjunto cementero que inicia su participación en la fase de grupos de la Copa Sudamericana el martes ante Universidad Católica de Quito. Y necesita 72 horas entre partido y partido.
De esta maneras, el partido de Colo Colo y la Máquina Cementera se mantiene a firme este jueces, pese a los alegatos del Cacique. Lamentablemente, las incidencias de un partido del cuadro popular exceden lo que sucede en el verde césped.