Diego Sánchez no lo podía creer. De inmediato comenzó a reclamar. Bah, en rigor cuando se dio cuenta del cobro del árbitro del partido, Nicolás Gamboa. El juez estimó que la mano de Juan Cornejo era sancionable como penal, pues interceptó un cabezazo de Maximiliano Salas. Y eso provocó un show del Mono, quien se ganó la tarjeta amarilla por los reclamos, pero había tenido un buen inicio.
El experimentado golero sacó una mano muy buena para detener un remate de Misael Dávila en los 13′. Pero se salió un poco de quicio con la determinación del equipo referil que impartió justicia en el duelo deCoquimbo Unido ante Palestino. Luego de eso, le achicó de gran forma a Salas para enviar al córner.
Sánchez quedó mano a mano nuevamente con el “9” del Tino, quien había tenido una maniobra técnica muy bonita para habilitar al Misa en la acción que agrandó al portero. En los 27′, el arquero de 35 años se puso medio de lado en la raya de la portería, mientras se movía de un lado a otro.
El Mono Sánchez se disfraza de Redmayne en Coquimbo
Hizo varias poses. Se paró mirando hacia un lado del arco sobre la raya. Luego al otro. Hasta de espaldas. O caminar como de ladito. Golpeó sus guantes. Más de alguna palabra lanzó también el golero que fue campeón con la Unión Española y viene del descenso directo con Deportes Antofagasta, quien se disfrazó de Andrew Redmayne, aquel australiano que bailó en una definición a penales frente a Perú. El Mono se vistió de élen el césped coquimbano del Francisco Sánchez Rumoroso.
Quién sabe si eso intimidó, distrajo o puso nervioso al atacante argentino de 24 años, quien extendió su estadía a préstamo en el Tino desde el Necaxa de México. Maxi Salas envió el balón afuera y Coquimbo Unido reanudó el partido. La jugada siguiente a esa terminó con el gol de Luciano Cabral casi para ratificar aquel cliché que dice que lo que no se convierte en un arco sí se hace en el otro.