El fútbol chileno vivió un sábado de bochorno. Deportes Antofagasta debía recibir a Palestino en el Calvo y Bascuñán, pero las puertas del recinto se mantuvieron cerradas: ni el plantel arábe ni el árbitro Piero Maza pudieron entrar, lo que terminó con la suspensión del partido.

El Tino acudió a las bases del torneo y exigió los puntos del compromiso, petición a la cual también se sumaron Deportes La Serena y Coquimbo Unido, dos elencos que están más que complicados en la parte baja de la tabla de posiciones junto a los pumas.

Una situación que, sumada a la suspensión del partido entre Universidad de Chile y Unión Española de Copa Chile, perjudica el desarrollo del fútbol chileno. Y aunque el presidente de la ANFP, Pablo Milad, asegura que no existe una crisis hay unos que no esconden sus críticas.

El entrenador de Coquimbo, Fernando Díaz, lanzó una dura reflexión sobre el balompié nacional durante estos días. Sobre el partido entre pumas y árabes, el DT aseguró a Radio Guayacán que “es una guinda más sobre la torta que viene ya hace mucho tiempo en el fútbol nacional".

"Hay un desorden absoluto, donde se cambian los partidos y las sedes. No hay estadio de algunos equipos y se les protege a esos equipos. Se cambian tarjetas amarillas interpretativas por primera vez”, comentó.

Hay una serie de irregularidades que hacen que sea un campeonato absolutamente desordenado, en que todos tienen derecho a sospechar que aquí se cambian favores por votos o algo, pero este ambiente es rarísimo”, continuó.

"Hay varias situaciones bastante extrañas que han pasado, desde designaciones referiles hasta a algunos cobros que a mí no me han parecido", cerró.