Martín Vargas, sin duda uno de los mejores boxeadores en la historia de Chile, ostenta un impresionante registro profesional de 91 victorias, 3 empates y 15 derrotas a lo largo de su carrera.
Con ese cartel y a sus 71 años, el ídolo nacional participó en el octavo episodio de la segunda temporada de “El Almanaque de Florete”, conducido por Paulo Flores.
En el programa, acompañado del histórico relator Vladimiro Mimica, Vargas rememoró momentos de su trayectoria, incluyendo la dura derrota contra el japonés Yoko Gushiken, quien derrotó al nacional en 1980 por KO en el octavo asalto, en un combate por el título mundial de peso mosca junior de la AMB.
Sin rodeos, Vargas afirmó: “A mí me drogaron, y lo diré hasta el día de mi muerte. Era imposible que ese japonés me ganara; era un mal boxeador. Perdí porque sé que me dieron algo”. El chileno reveló que posteriormente habló con otro boxeador en Sao Paulo, quien también enfrentó a Gushiken y quien le confirmó haber sido drogado en Japón durante su pelea.
El rival más difícil y su admiración por “Canelo” Álvarez
Al hablar del oponente más difícil de su carrera, Vargas no dudó en señalar al mexicano Miguel Canto, a quien describió como un “súper clase del boxeo”.
“Entregó todo por el deporte mexicano. Nunca entendí por qué no lo reconocieron como el más grande en la categoría mosca. Siempre dije que fue el gran maestro contra el que peleé”, destacó en referencia al ex campeón mundial azteca.

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Hacia el final del programa, Vargas expresó su admiración por otro mexicano, Saúl “Canelo” Álvarez. Sobre el azteca, comentó: “Me gusta, es un hombre inteligente y hábil, lo tiene todo. Pega, como decimos en Chile, como mula (fuerte)”. Incluso confesó que no se pierde ninguna pelea del tapatío, indicando que: “Siempre que pelea ‘Canelo’, no importa la hora, estoy pegado a la televisión viéndolo”.