Arturo Vidal impuso sus términos ante el Liverpool. Su destacada actuación ya hace ecos en la prensa internacional, la misma que adelantó que el King sería suplente. En definitiva aportó 90 minutos de intensidad absoluta a la gran victoria de Barcelona sobre los Reds.

Y en la parte final del partido, celebró como un gol una quirúrgica barrida sobre Sadio Mané, quien se internaba peligrosamente en el área azulgrana. El King llegó con lo justo para pincharle el balón al africano y el público se levantó para regalarle una ovación. Antes de esto hizo lo mismo con Arnold y todo el Nou Camp se paró para aplaudirlo.

 

A Mané no le gustó tanta faramalla y fue con el Rey, pero el chileno no se achicó y lo dejó mascullando quizás qué cosa, mientras caían los aplausos por la intervención del volante.

Barcelona se impuso por 3-0 a los ingleses y dieron un paso sustancial para garantizar su presencia en la final de la Champions League, que se disputará el próximo 1 de junio en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid.