Universidad de Chile se juega parte importante de su futuro en el duelo del lunes ante Curicó Unido por el Campeonato Nacional, luego de la seguidilla de cuatro encuentros con derrotas.
Por lo mismo, con Mauricio Pellegrino en la cuerda floja, es que sorprendió en el club un pedido que hizo el entrenador argentino, para cambiar el estadio Santa Laura de la localía para ese partido.
No está conforme
Según relata el diario La Tercera, el técnico está aburrido de la condición del pasto del estadio Santa Laura, por lo que ha pedido cambiar al estadio Elías Figueroa de Valparaíso.
“Frente a tal escenario, Pellegrino le pidió a Manuel Mayo, el gerente deportivo de la U, que mueva el compromiso al estadio Elías Figueroa Brander, en Valparaíso. El DT cree que la cancha de Valparaíso está en mejores condiciones y que con un césped más parejo, el equipo que entrena en La Cisterna volverá a recuperar la línea de juego que exhibió en la parte final de la primera rueda del Torneo Nacional”, detallan.
Una situación que de inmediato incomoda a la dirigencia de Azul Azul por el acuerdo económico firmado con Unión Española, en un contrato de arriendo por toda la temporada.
“Más allá de su intención válida de querer buscar las mejores condiciones para poder desarrollar su estilo de juego, en la U lo ven como un gasto extra para la planificación inicial. A comienzo de temporada, Azul Azul firmó un millonario contrato con Unión Española para asegurar el Santa Laura por la temporada 2023, que bordea los $400 millones anuales”, precisan.
No los quieren
Universidad de Chile desde que comenzó la segunda parte del Campeonato Nacional se la ha jugado con ser local en Santa Laura, teniendo en cuenta las mejoras que ha tenido la cancha, pero sin llegar a lo óptimo.
En ese sentido, fuentes del club revelaron a Redgol en el duelo con Universidad Católica jugado en Independencia, que la U sólo tenía el reducto de Plaza Chacabuco para ser local en lo que quedaba la temporada.
Es más, existía preocupación por el uso del césped, teniendo en cuanta de que los hispanos querían hacer jugar a su plantel femenino, además del primer equipo y Universidad Católica, lo que no sería bueno para la cancha.
Por lo mismo, el temor era grande, porque tras los partidos como local en el Elías Figueroa, no habían quedado bien las relaciones, dejando en claro que, en ese entonces, no tenían las puertas abiertas en Valparaíso. Por esto, es que el tema de volver a conversar con las autoridades regionales plantea una nueva discusión en el directorio.