Ya han pasado más de 20 años de una gesta que es la más grande en la historia del deporte nacional: las medallas olímpicas que Nicolás Massú ganó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
El Nico logró ser oro en singles, al ganarle la final en cinco sets a Mardy Fish, y en dobles junto a Fernando González, al vencer también en cinco sets a los alemanes Nicolas Kiefer y Rainer Schuttler.
Un logro que enorgullece a Massú y que en el programa Hay que decirlo, de Canal 13, conversó junto a su madre, Sonia Fried. Ahí, señaló que hubo una inspiración muy grande para conseguirlo: Marcelo Ríos.
“Miras hacia el lado, porque tuve la posibilidad de empezar a entrenar con él a los 15 años, y dices este tipo es número uno del mundo y es chileno. Si él puede, yo también puedo”, señaló el Nico sobre quien es, además, su amigo.

Ríos y Massú se tienen mucho afecto mutuamente
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Nicolás Massú asegura que el Chino Ríos era una especie de “padrino” para los jugadores que venían más abajo. “Te empieza a dar una seguridad importante, además porque te hacía ver todo más fácil, jugaba más fácil y te hacía creer que todo era también posible”.
Incluso señala que “después había admiración cuando entraba a la cancha y jugaba con esa facilidad, no todos tienen eso”.
Admite que “tiene una personalidad diferente y la verdad se pasaba bien. Tenías que andar con cuidado también, pues de repente tenía reacciones que son diferentes, digamos”, ante la risa de los conductores Pamela Díaz y Nacho Gutiérrez.

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Lo defendió además de que se haya hecho una caricatura sobre Ríos, dejando de lado su profesionalismo en el deporte. “El Chino era uno de los más talentosos quizás de la historia. Y mucha gente piensa que era puro carrete”, explica.
Sin embargo, detalla el Nico que “era el primero en llegar, el más profesional, el que más intensidad ponía en los entrenamientos. El tipo detectaba algo, algún error, lo marcaba y lo hacía repetir. Después tuvo lesiones y no fue fácil, pero fue muy profesional”.