Gabriel Boric fue electo presidente de Chile al ganar la segunda vuelta con el 55,87% de las preferencias por sobre José Antonio Kast, que obtuvo el 43,13% de los balotajes.

La elección fue mirada en todo el mundo, donde se resalta la figura del presidente joven, de izquierda, que lucha por el Estado de Bienestar y que lideró el movimiento estudiantil en contra de Sebastián Piñera en su primer mandato.

¿Qué dijo la prensa internacional por el triunfo de Boric?

El País, de España señala que “en marzo, Sebastián Piñera cederá el poder a quienes se movilizaron durante su primer y segundo mandato”. También añade que Boric termina de la política mirada desde la dictadura, “tenía cuatro años cuando el dictador Augusto Pinochet entregó el poder a un gobierno civil. Y por eso mira hacia adelante, sin el lastre militar”, sostiene el medio.

Por su parte, El Clarín de Argentina se cuestiona “¿cuál de los dos Boric será el que gobierne?”, agregando la importancia de la Convención Constitucional, “Mientras está en marcha la redacción de una nueva Constitución para reemplazar la que está vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet, quienes lo votaron esperan que aquél estallido de furia masiva comience a materializarse en reformas que apunten a mejorar las condiciones sociales de los sectores que fueron postergados durante décadas”.

 

 

Desde Brasil, Globo también coloca el acento en la residencia política del Presidente Electo “Boric, de izquierda, es elegido presidente de Chile; Kast reconoce la derrota. Mientras que, en el mismo sentido, The Economist de EEUU recalca que el “Nuevo presidente de Chile promete enterrar el neoliberalismo”.

 

 

Por su parte, El Comercio de Perú, destaca que Boric “es defensor de transitar hacia un Estado de bienestar que cubra ciertos derechos sociales”, lo cual es catalogado como “la gran oportunidad de la izquierda chilena”, según Deutche Welle (DW), de Alemania.

El medio germano sostiene que Boric debe transitar “el camino hacia la inclusión y la solidaridad”, esto “sin permitir que el tren se descarrile por el afán de avanzar aceleradamente. Tendrá que resistir los embates de las tradicionales élites, aferradas a sus privilegios, y enfrentar presiones de su propio sector, que exigirá resultados con prontitud”.