Marcelo Bielsa ya es nuevo director técnico de la selección de Uruguay y este miércoles fue presentado en su nuevo cargo con la correspondiente rueda de prensa. El Loco habló en extenso y algo dijo de Chile, a quien dirigió en los albores de la generación dorada.

Aunque fue breve y rápida la mención, Bielsa deja claro que ya tiene en mente el debut por los puntos en eliminatorias por la primera fecha contra la Roja en septiembre. Al Loco le habían preguntado por el estilo.

“Cuando Uruguay juegue con Chile, el equipo se va a reunir un martes y jugará un jueves. Si te digo que el estilo de juego se va a conseguir en dos días de los cuales en ninguno se puede descubrir que lo estoy engañando. El cargo no autoriza a la excusa, sino a la búsqueda de los objetivos tanto en el estilo como en los resultados”, dijo el Loco.

Agrega que “los entrenadores, si hay algo que no pueden hacer es actuar diferenciándose de lo que piensan y sienten, porque tienen la necesidad de convencer, ser sinceros es inherente. Si me dice si voy a actuar respecto a lo que pienso y siento, sí”.

“Primero, imponer un estilo es la combinación de las intenciones del entrenador, de las posibilidades de los jugadores de concretar la propuesta que el entrenador transmite y un tiempo necesario de desarrollo para que la conjugación de esos elementos cristalicen. Es muy difícil de medirlo”, complementó.

Eso sí, el entrenador argentino recuerda que “los grandes jugadores no necesitan de demasiado tiempo para adaptarse a un estilo determinado. Siempre que el estilo lo represente, sino aumenta la dificultad.Una cosa es la ilusión y la otra la toma de conciencia”.

¿Uruguay candidato a todo?

Consultado si el Uruguay de Bielsa se pone como objetivo ser campeón del mundo, el Loco sostiene que “hay países que si toman conciencia de su poderío y de su potencial, tienen menos posibilidades de construir a través de la ilusión. Hay otros países que la toma de conciencia los autoriza a pensar en lo máximo y no es una ilusión, sino una realidad”.

Marcelo Bielsa sentencia que “hay países que combinan las dos cosas, que tienen recursos y antecedentes, y a éstos los potencia la fantasía, ilusión y perspectiva. Uruguay es del grupo del medio. Puede fantasear y tiene con que alimentar esa fantasía”.