Un verdadero escándalo en Europa generó lo ocurrido en el Giro de Italia juvenil. Y es que la tradicional prueba, en su modalidad next gen quedó a segundo plano por la acción de 24 ciclistas, quienes en su intento por subir de manera más sencilla un puerto de montaña, optaron por lo más fácil, afirmarse de autos y motos para escalar.

El Stelvio, uno de los puertos de montaña más tradicionales de los Alpes italianos en pruebas de ciclismo, tiene un nivel de dificultad gigante. Tiene una altimetría del 7%, pero casi con un 12% en su parte más dura. Una fama que la ha llevado a ser grandes hazañas en el Giro de Italia adulto.

Pero en su versión juvenil los ciclistas realizaron la polémica acción, que fue captada por celulares de los aficionados y tomada en consideración por los comisarios de la prueba recién horas después, tomando la determinación de sacarlos de la carrera y además sancionando a cuatro directores de equipos.

En el ciclismo muchas veces la utilización de los coches y motos es motivo de polémica. De hecho, se trata de una situación de carrera que está muy regulada por la Unión Ciclista Internacional, a tal punto que los ciclistas ni siquiera pueden colocarse detrás del auto por más de unos metros, porque se considera que están tomando el rebufo del vehículo.

Es por eso que la trampa que realizaron los 24 ciclistas se considera como burda, considerando que incluso en situaciones de accidentes los ciclistas no pueden tomarse del vehículo, ya que se considera una forma de tomar ventaja y ahorrar energía.

La prueba fue ganada por Johannes Staune Mittet. El noruego de esa forma se posicionó como líder de la competencia, demostrando que se trata de uno de los nombres a seguir en el pelotón adulto en unos años más. Algo que seguramente no pasará con los expulsados.