Taylor Swift no siempre fue la superestrella que llena estadios. Mucho antes de los Grammy, récords y giras mundiales, la artista vivía en Tennessee, donde conoció a la leyenda de la lucha libre, Jeff Jarrett.
La cantante no solo se convirtió en una amiga cercana de la familia, sino que también en la niñera de sus hijas.

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El gesto de Taylor Swift con Jeff Jarrett
En 2006, la primera esposa de Jeff, Jill Gregory, sufría un agresivo cáncer de mama. La enfermedad avanzaba rápido y la familia atravesaba momentos muy oscuros.
“Estaba muy enferma (…) Muy grave”, dijo Jarrett a TMZ Sports.
Fue entonces cuando Taylor, que recién comenzaba a sonar en las radios locales, decidió hacer algo que los Jarrett nunca olvidaron.

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La joven artista apareció en su casa, llevó su guitarra y ofreció un show íntimo. “Las niñas querían que cantara y tocara (…) Al final de la tarde, Taylor tocó durante aproximadamente tres horas”, explicó el luchador.
Jill falleció meses después, pero el emotivo gesto quedó grabado en la memoria de Jeff y sus hijas.
Taylor siguió visitándolos incluso tras la pérdida, manteniendo el vínculo con una familia que la vio crecer antes de que el mundo supiera su nombre.
“Ella se conectó mucho con la familia, especialmente con las niñas (…) Cuando mi esposa falleció, Taylor seguía viniendo a vernos y se portó muy bien con las niñas”, destacó.