El Al Nassr vivió una extraña temporada en Arabia Saudita. Logró contratar a Cristiano Ronaldo en, por lejos, el fichaje más importante en la liga de ese país. Sin embargo, no logró ganar ninguna copa en lo deportivo, siendo superado por el Al Ittihad en la liga y quedando fuera de las copas locales.
Es por eso que los dueños del millonario club saudí se tuvieron que poner las manos en la billetera otra vez, para contratar nuevos fichajes que le permitan pelear por todo. Especialmente porque los últimos campeones se hicieron con Karim Benzema como carta de ataque.
Además el Al Ittihad también contrató a N’Golo Kante, por lo que tendrá un equipo de lujo de cara a la siguiente temporada.
Es por eso que el Al Nassr fue por todo hacia un fichaje rimbombante y lo logró, convenciendo a un finalista en la última edición de la Champions League: Marcelo Brozovic. El jugador que pertenecía al Inter de Milan dejó los neroazurri tras ocho temporadas, en las que pudo ganar una Serie A, dos Copa Italia y dos Supercopas de Italia.
El coste del traspaso fue de cerca de 18 millones de euros, suficientes para convencer al croata, que ha sido parte importante de la final que alcanzó Coracia en Rusia 2018, además del tercer puesto conseguido en Qatar 2022.
El croata había sonado también para jugar en el Barcelona, como reemplazante de Sergio Busquets, quien a su vez dejó los catalanes para marcharse al Inter Miami de la MLS, con su gran amigo Lionel Messi.
Finalmente, la negociación con los culés no llegó a buen puerto producto de los problemas de estos últimos con el Fair Play Financiero y su crisis económica. Algo muy distinto a lo que ocurre con el Al Nassr, donde recibirá cerca de 75 millones de euros en sueldo.