Probablemente, una de las fechas más tristes del fútbol reciente es el 25 de enero del 2010. Por aquel entonces, Salvador Cabañas era ya un crack del fútbol mexicano, con 66 anotaciones en tres temporadas y media.
Pero, repentinamente su carrera se vino al piso. Sucedió aquella noche, en el Bar Bar, cuando, en el baño del recinto, José Jorge Balderas Garza (el JJ) le propinó un balazo en la cabeza.
El jugador salvó milagrosamente del balazo en el cráneo. Eso sí, como era de esperar, su carrera no fue nunca más la misma. Intentó volver en el fútbol paraguayo, en divisiones más bajas, e incluso tuvo un fugaz paso por la Cuarta División del fútbol brasileño. Pero, finalmente, decidió colgar los botines.
La historia sobre lo sucedido aquel día, sin embargo, siempre ha tenido ciertos grises. Con el fin de dilucidar lo acontecido, el periodista Carlos Jiménez entregó nuevos detalles, a catorce años del atentado que casi le cuesta la vida.
El sicario
El periodista mexicano dio luces de lo ocurrido aquella noche en el Bar Bar. Salvador Cabañas venía de jugar un partido por el América de México y no había conseguido marcar. Las Águilas habían perdido por dos goles a cero ante el Morelia y eso fue lo que enfureció a José Jorge Balderas Garza, quien se encontró con el paraguayo en el baño del lugar.
“Todo mundo ahí sabía que era parte del grupo de los Beltrán Leyva (el JJ), todos conocían que él andaba siempre con otro de los Beltrán Leyva que era la ‘Barbie’, jefe de los Sicarios”, detalla el periodista, quien aseguró que la situación que se vivió en el baño se debió a la tremenda impunidad con la que creía contar Balderas Garza.
“Entonces se para Salvador Cabañas, entra al baño, y entra el JJ atrás de él; adentro del baño está una persona que limpia el baño, está Cabañas y está el JJ. Llega el JJ y le dice: ‘¿Qué pasó con los goles wey, por qué no has anotado?’, ante lo que Cabañas se molesta”, relató Carlos Jiménez.
“Se dicen un par de palabras y el JJ saca la pistola y le apunta a Cabañas, a lo que Salvador le dice ‘Jálale, a ver si es cierto’ y el sicario en el nivel de poder que sentía que tenía, le jaló y le dio un tiro a la cabeza”, narró el periodista cuate.
El milagro
Según las palabras de Jiménez, Salvador Cabañas se habría salvado de la muerte solamente porque JJ “tenía una pistola de calibre pequeño”, entonces “la bala entra, choca en el cráneo, hace un recorrido y se va para atrás”.
Tras diez días de coma, Salvador Cabañas le hizo un amague a la muerte. Amagó y zafó de la férrea marca que el destino le tenía preparada. Sin embargo, el fútbol y él se fueron alejando desde entonces, principalmente por serios problemas a la vista que le aquejaron. El balazo nos quitó a uno de los mejores futbolistas paraguayos que se han visto.