Manchester United vivió una de las mejores épocas de su historia en la década de los 90, conquistando una serie de títulos nacionales e internacionales de la mano de Alex Ferguson y contando con una gran cantidad de jugadores que, con el tiempo, se convirtieron en leyendas del club y del fútbol mundial. Entre ellos se encuentran Peter Schmeichel, David Beckham, Paul Scholes y Ryan Giggs, entre tantos otros.
Sin embargo, en plantillas tan ricas en calidad, muchos jugadores no encontraron su lugar y tuvieron que forjar sus carreras lejos de Old Trafford. Uno de ellos fue Phil Mulryne, quien se formó en las divisiones inferiores del club, pero solo disputó un partido en la Premier League con los “Diablos Rojos”, a pesar de haber formado parte del primer equipo entre 1996 y 1999.

Phil Mulryne jugando por el Manchester United en 1998. (Foto: Shaun Botterill/Allsport)
Tras dejar el United, Mulryne construyó su carrera profesional en otros clubes, como el Norwich City (1999-2005), además de Cardiff City (2005-2007), Leyton Orient (2007) y King’s Lynn (2007-2008), conjunto donde se retiró para iniciar una nueva vida en el sacerdocio. Además, disputó un total de 27 partidos con la selección de Irlanda del Norte.
De futbolista a sacerdote: el camino de Phil Mulryne
Mulryne confesó en su momento estar “insatisfecho con todo el estilo de vida” que conlleva ser futbolista, fue en ese contexto donde en 2009, comenzó su camino hacia el sacerdocio católico, proceso que concluyó en 2017, cuando fue ordenado diácono.
Mulryne, ahora con 47 años,habló con Belfast Live sobre este nuevo estilo de vida y las razones que lo llevaron a dejar de ser un futbolista de élite. Reconociendo, eso sí, que, a pesar de tenerlo todo, sentía un profundo vacío. Crisis que lo llevó a reconectarse con la fe de su juventud.
Finalmente, decidió dejar el fútbol y regresar a casa por un año, tiempo durante el cual se dedicó al trabajo voluntario en un albergue para personas sin hogar, asistió a misa y rezó con regularidad. Este camino espiritual, según reconoció Mulryne, le trajo una sensación de plenitud y satisfacción que el fútbol no le había dado, descubriendo su verdadera vocación y decidió convertirse en sacerdote.

Tras dejar el fútbol, Mulryne se dedicó al sacerdocio en el Reino Unido.
Ahora, una década después de haberse retirado del deporte, asegura no arrepentirse de su decisión. Y si bien reconoce ser hincha del Manchester United como su padre, confesó que no tiene televisión en el monasterio donde vive, por lo que se mantiene al tanto de la actualidad del equipo a través de resúmenes en línea: “Me entero de todos los resúmenes, así que me mantengo al día” indicó.