Los casos de denuncias de violencia de género han ido en lamentable aumento en el mundo y eso, claramente, no deja ajeno al fútbol.
En Chile, Colo Colo ha vivido dos episodios este año. El primero algo “de rebote” por la denuncia de una hijastra sobre el representante Sergio Morales, el cual fue respaldado férreamente por Esteban Paredes. Y ahora se sumó una grave acusación sobre Leonardo Valencia.
El mediocampista fue funado en redes sociales por Valeria Pérez, su ex pareja, quien lo acusa de violencia, agresiones, amenazas, extorsión y deuda de pensión alimenticia con contenido de grueso calibre.
En Argentina, en tanto, se han vivido casos como el de Sebastián Villa, delantero de Boca Juniors denunciado por su pareja, Daniela Cortés, que tiene una causa en proceso.
Y mientras eso pasa, algunos clubes han comenzado a tomar medidas preventivas, educativas y de protocolo de sanción en caso de que suceda un episodio así.
Es el caso de Huracán, elenco que ya había creado una secretaría de género y diversidad sexual y ahora fue un paso más allá agregando una cláusula en el contrato de sus funcionarios que exige que se cumplan sus protocolos.
El Globo dispuso que tanto dirigentes, trabajadores en general y, por supuesto, futbolistas, deben capacitarse de manera anual para prevenir.
La encargada de la secretaría, Yamila Mora, contó a Diario Olé que “el jugador a partir de ahora declara en su contrato haber leído el protocolo de género del club, conocerlo y respetarlo”, puntualizando que buscan “evitar conductas que buscamos erradicar a partir de las capacitaciones y el trabajo de concientización”.
Finalmente, Mora recalcó que en caso de una falta se puede aplicar “una advertencia, separación del plantel, sanción económica y hasta el término del contrato”.
