En la vida, la tortilla suele dar muchas vueltas. Pero a Byron Castillo le tocó la peor de todas. Es que si bien el fallo del TAS permitió que Ecuador asista al Mundial de Qatar 2022, el jugador seguramente no volverá a disputar un partido oficial a nivel de selecciones. Es el resultado de la mentira de la que quedó preso el hombre nacido en Tumaco, Colombia.

El TAS certificó lo que todos habían ocultado de manera casi ridícula: que Byron no nació en Playas (Ecuador) en 1998, si no que en la frontera colombiana, tres años antes. Que en su minuto cruzó el límite y se inscribió irregularmente en Ecuador. Y que nunca se nacionalizó, sólamente tenía un papel fraudulento que decía que había nacido en ese país.

Emelec dudó de la veracidad de sus documentos y rechazó al jugador en 2015. En cambio, Barcelona lo llevó a su plantel con los certificados irregulares, tuvo tiempo suficiente para nacionalizarlo, ya que estaba registrado en la federación ecuatoriana en 2012, pero nunca lo hizo y hoy, Castillo paga las consecuencias.

¿Por qué Byron Castillo nunca más podrá jugar por Ecuador?
 

Byron Castillo fue marginado del Mundial y en las próximas horas emprenderá regreso quién sabe a dónde, si a Colombia, Ecuador o México. Lo cierto es que si vuelve a jugar un partido oficial por Ecuador, el rival tendrá el fallo del TAS como prueba para pedir los puntos por inelegibilidad del defensor, artículo 22 del Código Disciplinario de la FIFA.

Este argumento es una condena para el lateral de origen colombiano. Para jugar por Ecuador, deberá regularizar su pasaporte y nacionalizarse formalmente, pero antes aceptar que su registro ecuatoriano es falso y que efectivamente nació tres años antes en Tumaco. Así quedará en regla para actuar por la selección del Guayas.

Sin embargo, en este punto surgirá la segunda consecuencia de la irregularidad. Si Byron Castillo admite que no nació en Ecuador y que sus certificados son fraudulentos, la federación de ese país quedará expuesta a un castigo mayor por parte de los tribunales deportivos, como responsable de tal desaguisado.

La Comisión Disciplinaria de la FIFA lo establece claramente en la primera sentencia que rechazó la denuncia de Chile: "La federación (...) en cuestión es, por tanto, responsable de la infracción cometida por uno de sus miembros, a pesar de que la federación (...) no sea directamente culpable".

Por eso, si Castillo asume su origen colombiano y se nacionaliza, la federación ecuatoriana será culpable de haber hecho jugar al defensor en un Mundial Sub 17 en 2015 -irónicamente en Chile- y luego en ocho partidos oficiales de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022.

 

 

¿Cuál puede ser el castigo? Uf. No menos que una suspensión que puede afectar la participación de Ecuador en los mundiales que vienen. En su minuto, Chile pidió inhabilitar a Ecuador de los mundiales de 2022 y 2026. Además, deberá pagar de una millonaria indemnización a Chile por el fraude que le impidió jugar en Qatar.

¿Correrá Ecuador ese riesgo? Difícil. Al menos, por sus antecedentes, las autoridades deportivas de ese país han sido garantes del fraude y hoy, con la amenaza de un castigo durísimo, sería ilógico que optaran por la verdad. Más sencillo será marginar para siempre a Byron Castillo de una selección y cortar el hilo por lo más delgado.