La espera terminó para Gabriel Arias tras casi nueve meses que pasaron entre aquel partido frente a River Plate en el que se lesionó el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y el de este domingo, cuando fue titular por primera vez en el primer equipo de Racing Club, ante Boca Juniors.
El portero argentino nacionalizado chileno lo hizo por todo lo alto, portando la jineta de capitán y dejando su arco en cero en el empate de los suyos, por lo que mostró una tremenda emoción por el esperado regreso. “Me preparé durante ocho meses después de la operación para este momento, sabía que iba a llegar”, señaló.
Si bien ya había disputado algunos encuentros con la Reserva y entrando en un par de convocatorias, la oportunidad llegó y así la vivió el guardameta. “Cuando me enteré estaba como un nene cuando recién va a debutar, me sudaban las manos, tenía un poco de taquicardia, estaba muy ansioso”, apuntó.
El encuentro que tuvo quien ya ha vestido la camiseta de la Roja fue bastante destacado pues apareció en unas tres ocasiones claras de gol por parte de los xeneizes, por lo que se marchó con un bune sabor de boca. “Las cosas me salieron bien una vez que pude entrar”, manifestó el capitán de la Academia.
Arias también analizó el compromiso y se mostró un poco frustrado por el resultado de Racing, que en el primer tiempo pudo haber sacado alguna ventaja. “Después, el empate termina siendo injusto pero con los merecimientos no logras nada, tenemos que empezar a sumar de a tres y empezar a pelear”.