Tori Penso será parte de las árbitras estadounidenses que dirigirán en la Copa Mundial Femenina de Australia y Nueva Zelanda. La oriunda de Florida comenzó a jugar al fútbol a los 10 años, pero como sus hermanos arbitraban en ligas locales, quizo dedicarse al arbitraje y comenzó a los 14 años.

Fue así que cuando era una adolescente, Tori comenzó a ganar dinero por arbitrar partidos de niñas y niños. Su condiciones en el referato no sólo le valieron poder comprar su primer auto a los 18 años, sino que partició de un campamento de arbitraje organizado por el Programa de Desarrollo Olímpico en Texas.

Por ese entonces, Tori Penso estudiaba Marketing en la universidad y el arbitraje no estaba en su horizonte de posibilidades. “No había árbitras dedicadas a la profesión en Estados Unidos, así que no lo veía como una carrera, pero sí entendía que para mí era algo más que un trabajo temporal”.

El hito que cambió su vida

En el camino de su búsqueda por dedicarse al arbitraje, conoció a su esposo y tuvo tres hijas, y cuenta que la gota que rebalsó el vaso fue viendo el Mundial de Francia 2019 con su hija menor en los brazos: “Conocer las historias de tantas mujeres dentro de las canchas, fue inspirador y pensé: ‘Quizás en cuatro años yo pueda estar ahí'”.

Una vez tomada la decisión con el apoyo de su familia, en 2020, Tori se convirtió en la primera árbitra en dirigir un partido de la MLS en más de 20 años, en 2021 fue la primera en dirigir y liderar una terna femenina a en competiciones masculinas y en junio de ese año, se convirtió en la primera mujer en arbitrar un duelo clasificatorio al Mundial masculino en Concacaf.

Por ahora Penso se prepara para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, reconoce que hay ansiedad, pero se enfoca en “trabajar en los detalles y mejorar todos los días un 1% para llegar de la mejor forma posible”.