Siete meses después de terminado el Mundial de Qatar, se dará paso a la mayor cita deportiva del fútbol jugado por mujeres. Será la novena Copa del Mundo femenina y después de un año en que se batieron varios récords de audiencia y de asistencia, Australia y Nueva Zelanda tiene la tarea de superar lo histórico que fue el 2022. 

El primer registro sin precendentes lo marcó el FC Barcelona con 91.648 espectadores, el partido de vuelta de las semifinales de la Champions se jugó en el Camp Nou ante el Wolfsburgo. Después fue el momento de la Eurocopa. En el duelo inaugural en Old Trafford contó con la presencia de 68.871 personas y solo en ese partido ya se había roto la marca de espectadores en la historia de la competición.

La final de la Euro fue otro récord. 87.192 hinchas acudieron al último partido del torneo para ver el triunfo por 2-1 de Inglaterra sobre Alemania. Además, en el total de asistentes a los 31 partidos se llegó a 574.875 personas con un promedio de 18.544 por partido, duplicando el número de Países Bajos 2017 donde asistieron 240.055 con un promedio de 9.000 hinchas. ¿Y los televidentes? Fueron alrededor de 365 millones que siguieron el campeonato desde sus casas. 

Todos estos números reflejan el impacto social que han tenido las mujeres en el fútbol durante la última temporada, por lo que el gran desafío del Mundial de este año, es batir las cifras que dejó la última cita planetaria en Francia el 2019. Según un informe presentado por la FIFA, el evento contó con un total de 1.131.312 espectadores durante 52 partidos, lo que da un promedio de 21.756 personas por encuentro. 

Solo mirando los números de la Eurocopa, se puede inferir que esta edición de la Copa del Mundo podría ser la más vista en directo en la historia del fútbol femenino, sin embargo algunos consideran que las sedes no son fáciles de acceder para todos. Pero también se espera una nueva marca en relación a la audiencia, pues Inglaterra por ejemplo, batió el récord de un partido femenino en la televisión británica con 17,4 millones de espectadores. En Alemania, en tanto, la final de la Euro fue vista por 22 millones de personas. 

¿Qué pasa en Latinoamérica?

Los números en nuestro continente son más bajos, pero no dejan de ser sorprendentes considerando que el desarrollo del fútbol femenino es menor que en Europa. Los récords de asistencia eso sí, los marcaron los clubes y no las selecciones. En Argentina, Belgrano fue el equipo que anotó la máxima asistencia con 28 mil hinchas en el Julio César Villagra ante Puerto Nuevo; partido que superó la marca que tenía Boca con 18 mil espectadores en la Bombonera. 

En Brasil, en el duelo de vuelta de la final del Brasileirao entre Corinthians e Internacional, asistieron un total de 41.070 espectadores al Neo Química, quebrando la marca de 36.330 que había impuesto Inter en el partido de ida en el Beira Río. Este aforo es la mayor asistencia en la historia de un cruce entre clubes en Brasil y Sudamérica. 

Colombia no se queda atrás, pues en un partido de la Liga Femenina entre América y Deportivo Cali, asistieron un total de 37.100 aficionados al Estadio Olímpico Pascual Guerrero. ¿Y Chile? Nuestro país está mucho más atrás con 9.272 hinchas presentes en la final del 2021 entre la Universidad de Chile y Santiago Morning. 

Más profesionales y mejores condiciones

Otro de los grandes desafíos que se esperan para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, es sin dudas, la mejora futbolística que tendrán las selecciones. Las jugadoras son cada vez más profesionales, han mejorado las condiciones en general, y tendrán más y mejor preparación, por lo que los cuatro años de diferencia entre Francia 2019 y la Copa del Mundo de 2023, se verá un crecimiento en relación al juego. 

Si bien, el desarrollo del fútbol femenino es exponencial, ver partidos de mujeres es cada vez más atractivo y los números del comienzo de esta nota son un ejemplo de ello. Otro de los factores que se espera que ayuden a mejorar el espectáculo, tiene que ver con las condiciones en que estarán las jugadoras durante su estadía en el Mundial.

La FIFA quiere emular lo que hacen con sus pares masculinos, y es que en esta edición de la Copa del Mundo, las selecciones tendrán por primera vez bases operativas. Hasta ahora son 29 las sedes que están confirmadas para los combinados ya clasificados. En Australia se confirmaron 14 bases, ubicadas en cinco ciudades anfitrionas y dos centros regionales. En Nueva Zelanda ya hay 15 bases confirmadas, cuatro estarán en ciudades anfitrionas y tres en centros regionales. 

Las tres selecciones que consigan su cupo para el Mundial en el repechaje de febrero, podrán elegir sus bases operativas una vez que se confirme su participación en la cita planetaria.