Cuando el resultado aún era incierto, una jugada llamó la atención en el duelo entre Colo Colo y Cerro Porteño. Se trata de un supuesto foul que involucró a uno de los mejores del duelo, Carlos Palacios, con uno de los más bajos del equipo guaraní, Enzo Giménez.
Resulta que el paraguayo pasaba por detrás de la Joya, en una jugada sin balón, cuando, por tenerlo muy encima, lo empujó. En seguida y como gesto natural, Palacios estiró la mano hacia atrás.
El lateral paraguayo siguió avanzando y, el percatarse de que había tenido un pequeño contacto con el seleccionado nacional de Colo Colo, decidió hacer la infalible muestra de dolor supremo, revolcándose en el piso.
En la imagen en cámara lenta se puede apreciar la inédita situación. El jugador siente un pequeño contacto y, tras pensarlo un segundo, decide que la fricción bien vale la pena ser interpretada como foul.
El VAR… ¿debería actuar en situaciones así?
Un video no puede ser más claro. La jugada estaba lejos de ser falta. De hecho, cuando Carlos Palacios se aleja trotando, hace un gesto, como queriendo decir que no estaba de acuerdo con la situación (claramente, ocuparía otras palabras).
Lo interesante es que Enzo Giménez ya tenía tarjeta amarilla, por lo que la simulación bien pudo costarle una nueva cartulina. Sin embargo, el VAR no está calificado para revisar este tipo de jugadas y simplemente todo quedó en las más impúdica impunidad.
¿Fue bueno esto para Colo Colo? Podríamos decir que siempre jugar con uno más puede ser una ventaja. Pero, en este caso, paradójicamente, la permanencia de Giménez en cancha bien pudo ser una buena noticia para el Cacique.
Eso porque fue precisamente el lateral paraguayo, que juega en Cerro Porteño desde 2020, el que se equivocó en la jugada de gol de Colo Colo, cuando tropezó ante el buen amague de Lucas Cepeda. Podríamos decir que como moraleja, las malas acciones siempre se pagan.