La tarea en Colo Colo es titánica y bien lo sabe Gustavo Quinteros, quien manifestó que tienen “mucho trabajo” por delante para sacarlo del hoyo que los tiene enterrados a un punto del último lugar del Campeonato Nacional y, por ende, de la zona de descenso directo a poco del fin de la primera rueda.
Y también es conocido que el favorito para el cargo, en un principio, era Luiz Felipe Scolari. Recordada es la foto de Aníbal Mosa, Harold Mayne-Nicholls y Marcelo Espina, presidente, vicepresidente y gerente técnico, respectivamente, rumbo a Brasil para firmarlo que fue publicada en todas las redes oficiales.
Pero, finalmente, tras el partido entre Deportes La Serena y Colo Colo, Mosa se enteró en vivo mientras hablaba con el CDF que, a través de su agencia de prensa, Felipao había dicho que no. Fue un baldazo de agua fría y un papelón de aquellos que fue reconocido luego por los involucrados que daban por hecho la llegada del campeón del mundo al Monumental.
Tras esto, pasó mucha agua bajo el puente. El gran receso, la confirmación de Gualberto Jara hasta fin de año por la crisis y los escasos recursos, la pelea pública con el plantel por la suspensión laboral y, finalmente, la vuelta de chaqueta para llegada de Gustavo Quinteros ante el desastre que exhibía Colo Colo en cancha.
Por su parte, Luiz Felipe Scolari encontró club de manera sorpresiva: de esquivar a un Colo Colo crítico, se va a meter en un embrollo mayor al asumir un Cruzeiro en la Serie B de Brasil y que está en serio peligro de caer a la tercera categoría.
La Raposa lo anunció con bombos y platillos. “Consciente de la necesidad de una recuperación inmediata dentro de la Serie B del Campeonato Brasileño, la directiva del Cruzeiro acordó, en la noche de este jueves, la contratación del técnico Luiz Felipe Scolari. El nuevo entrenador firma con el más grande de Minas Gerais hasta finales de 2022”, comunicaron.
La situación de Cruzeiro es crítica: tras su primer descenso, marcha penúltimo en la Serie B de Brasil tras 15 partidos, por lo que Felipao debe hacer magia para salvar de caer a un grande a tercera categoría.
