“Seguramente es un desgarro, primera vez que siento esto”. Las palabras son de un alegre Fernando Zampedri minutos después de que terminara en el Claro Arena el partido entre Universidad Católica y Unión Española.
Estaba feliz por haber convertido el primer gol en ese recinto, aunque la lesión muscular en su isquiotibial derecho que sufrió recién comenzado el encuentro opacaba su noche histórica, a pesar de que resistió en cancha hasta el segundo tiempo.
Lo cierto es que, lamentablemente, este tipo de lesiones puede ser más frecuente de lo que imagina el delantero de 37 años. No solamente por su edad, sino también porque el pasto sintético del moderno reducto le juega en contra.
El riesgo del pasto sintético en los jugadores
Ese tipo de superficie aumenta las posibilidades de que los jugadores se lesionen, según indican los especialistas médicos, lo cual será un factor que en la UC tendrán que trabajar.

Zampedri anotó el primer gol con una lesión en su isquiotibial
El médico de la selección chilena Jorge Cheyre señaló en El Mercurio que “esta superficie puede ser un factor extra en este tipo de lesiones, cuyo impacto debe ser minimizado con trabajo preventivo específico”.
También agregó que “estas canchas tienen una superficie más dura, donde el calzado tiene un mayor agarre y existen mayores fuerzas de tracción sobre los grupos musculares”.

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Un hecho que claramente no es una buena noticia para el goleador histórico de Universidad Católica, que por lo pronto no podrá jugar este sábado ante Cobresal en el estadio de San Carlos de Apoquindo por su lesión muscular.
Los estudios de este tema, sobre todo en Estados Unidos donde está lleno de canchas sintéticas, han sido variados y todos coinciden en que tanto las articulaciones como los músculos sufren más estrés por el agarre distinto que hay en el césped natural.