El pasado 5 de junio se estrenó en NetflixEn las profundidades del Sena“, una película francesa dirigida por Xavier Gens que nos presentó la historia de un tiburón asesino en medio del río Sena en París.

Rápidamente, se situó entre lo más destacado de la plataforma, llegando a ocupar en varios países el puesto número 1 a lo más visto del sitio y es que hasta estos momentos se mantiene entre lo más visto de la plataforma de streaming.

Eso sí, la película no ha estado exenta de la polémica y es que los científicos inmediatamente se mostraron indignados por lo presentado en la misma.

¿Puedes ocurrir realmente?

El medio de noticias francés, Le Parisien, compartió la opinión de Nicolas Ziani, un especialista de ictiología marina y el fundador de Groupe Phocéen d’Étude des Requins. Ziani explicó que la película es básicamente una “fake news“.

El mismo dejó bastante en claro que el problema presentado en la cinta de Gens es algo que “nunca ha existido en Francia“. Esto se debería a que, principalmente, el tiburón blanco, que es el animal que se muestra en la película, no podría sobrevivir a las aguas dulces del Sena.

No tiene ninguna credibilidad científica, aunque rodea su tema de un vago mensaje ecológico casi propagandístico“, mencionó.

Por otro lado, Ali Hood, director de conservación benéfica de promoción de estudio, gestión y conservación de tiburones, Shark Trust, mencionó a Clarín, que esto no es imposible que pudiera ocurrir, pero la verdad es que sí es bastante poco probable.

Dejando de lado los obstáculos creados por el hombre, pocos tiburones evolucionaron para tolerar una amplia gama de salinidades, siendo incapaces de adaptarse a las demandas fisiológicas de regular el contenido de agua de sus cuerpos a diferentes salinidades; en resumen, el agua dulce los deshidrataría“, explicó, secundando lo dicho por Ziani.

En esta misma línea destaca que la mayoría de tiburones de agua salada que se alejan demasiado tierra adentro no se encuentran en condiciones de matar.

La diversidad de tiburones y rayas en el canal de la Mancha es rica, pero ninguno muestra predilección por el agua dulce o la capacidad de abrir una esclusa“, finaliza.