El caso Byron Castillo ha ocupado buena parte de la atención de Sudamérica antes del Mundial de Qatar 2022. Chile denuncia que el seleccionado ecuatoriano no ha adquirido esa nacionalidad, y ha presentado numerosa documentación que señala su nacimiento cuatro años antes, en el distrito colombiano de Tumaco, y con el nombre "Bayron".

En su primera sentencia, la FIFA advierte que no puede ir en contra de las autoridades ecuatorianas, que certifican el nacimiento del jugador en la localidad de Playas; pero reconoce "sospechas" por la información duplicada. Por eso, de manera inédita, la Comisión de Apelación solicitó un cara a cara entre las partes, este 15 de septiembre.

El abogado que representa a Chile, Eduardo Carlezzo, dijo desde un comienzo que el tema era sencillo de aclarar por parte de Castillo, si presenta una foto o registro de su supuesto hermano "Bayron", quien tiene sus mismos padres. Por eso, el jugador tendría ante la FIFA la gran oportunidad de terminar con todo manto de dudas.

Sin embargo y pese a las controvertidas pruebas, no hay certeza de que el testigo clave asista. Según el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Francisco Egas, "la FIFA no exige su presentación, sino que recomienda que él este disponible para la audiencia. Es un tema que deberá resolver el jugador junto a sus abogados".

Y el abogado del jugador, Andrés Holguín, defiende el derecho a guardar silencio de su representado. "Byron no tiene la obligación legal de comparecer. En un juicio, si mis testigos deciden no ir, no los puedo obligar", explicó el profesional del derecho, quien además amenazó con una demanda millonaria contra Chile.

¿En qué puede terminar esto? La tardanza de la FIFA deja muy poco tiempo para que Chile dé vuelta el caso a 70 días del Mundial de Qatar 2022, pero la chance de consecuencias negativas ha hecho que Castillo nunca haya sido consultado por Bayron públicamente. Ni siquiera en Ecuador se presentó ante un tribunal, menos ante un periodista.

El accionar de la FIFA ha sido bien cambiante: abrió una investigación el 11 de mayo, la cerró el 10 de junio y tres semanas después, reconoció sus "sospechas" en la sentencia. Chile impugnó la decisión el 1 de julio y casi dos meses después, la Comisión de Apelación decidió reabrir el tema y citar a Byron Castillo y la parte demandada.

Por eso, si bien lo más lógico es que se mantenga la decisión inicial, un tropiezo en el comparendo podría derivar en un castigo durísimo para Castillo o su selección. Por eso, desde Ecuador se han alzan las voces para justificar el silencio del jugador y vuelven a las amenazas contra Chile. La pregunta es a qué le temen.