Palestino consiguió una victoria ajustada, pero muy importante en la Copa Sudamericana. Los árabes se repusieron de la goleada de Fortaleza, con festejo del Gato Lucero incluido, y vencieron por 1-0 a Estudiantes de Mérida en un partido que presentó muchas dificultades. Entre ellas, la lesión del portero argentino César Rigamonti, quien no podrá estar en el siguiente desafío del equipo.
El Tino visitará el estadio Monumental para jugar ante Colo Colo por la 11° fecha del Campeonato Nacional 2023. Y, al menos en el torneo local, el antecedente es muy negativo: Cobresal aplastó al equipo adiestrado por Pablo Sánchez por 5-1 en el estadio Municipal de La Cisterna.
“Veníamos de una derrota muy dura antes de jugar con Estudiantes en la Sudamericana. Estábamos con poca confianza, pero el partido de Copa sirvió para afianzar ese tema. Ahora debemos tratar de seguir afirmando en confianza y hacer las cosas bien el fin de semana”, manifestó Ariel Martínez, centrocampista de 29 años que ha disputado nueve encuentros en el certamen local.
El Chucky, de todos modos, quiere asustar al Cacique, aunque tiene clara la dificultad para lograr eso. “Es un partido muy difícil, un equipo grande en su cancha. Será muy complicado. Estamos preparándonos para tener un buen día el domingo”, dijo el melipillano en alusión al duelo, que comenzará a las 17:30 horas del 23 de abril.
Ariel Martínez: “Estamos con más confianza por lo hecho a mitad de semana”
De todas maneras, Ariel Martínez piensa que el equipo está en un pie más positivo. “Quizá quedamos cortos en el marcador, tuvimos muchas ocasiones claras respecto del rival. Estamos conscientes de que debemos seguir mejorando para que no nos pase lo que nos ocurrió las fechas anteriores”, apuntó el ex Audax Italiano y Coquimbo Unido sobre la poca efectividad en ataque.
“Estamos mejor, con mucha más confianza por el partido que hizo el equipo a mitad de semana”, sentenció Ariel Martínez, quien tendrá un duelo muy especial, pues se formó en las divisiones inferiores de Colo Colo. Es coetáneo de Claudio Baeza y Víctor González Chang, dos buenos amigos suyos hasta hoy.