Primero que todo, le agradezco personalmente haber puesto en relieve el tema que le propusimos debatir la semana pasada.

La situación es clara: Chile ganó la Copa América Centenario, pero ese título no aparece -como corresponde- acreditado con una placa en el trofeo de la Copa América que se disputa hace un siglo y se entregará al campeón el próximo 7 de julio.

Usted aseguró posteriormente que la información que le brindé estaba "torcida". Pero no es así. Basta revisar el amplísimo archivo de imágenes del "tour" de la Copa América -el trofeo de plata- por todo el continente durante este año. No está la placa de la Copa América 2016. No aparece por ningún lado.

Tuvieron tres años para ponerla y no.

Puse ese antecedente en su conocimiento y usted, como hombre apegado a las tradiciones y conocedor del valor de éstas en el deporte, señaló que "la Copa Centenario no está homologada".

 

Posteriormente, le tocó ser víctima de una vil campaña vía redes sociales. Y entendemos lo incómodo que puede ser. Pero también lo es la omisión de la Copa América Centenario en el trofeo de marras. Por eso recurrimos a su opinión para hablar de un tema peliagudo.

Y por eso, con todo cariño, le pedimos que no se baje de este tren. Tal como usted, me  gustaría que el próximo 7 de julio aparezca una placa que diga "Chile 2016" junto a las otras 45 placas en el trofeo. ¿Cómo explicaremos en 30 años más que ganamos una copa, si no está la placa?

Lo importante es que su figura ha puesto en relieve esta situación. Y que cuando la Conmebol rectifique la odiosa omisión, usted y yo nos sintamos, como usted dijo, bicampeones de América en derecho y no solo en el hecho.

O mejor tricampeones.