Este martes se disputaron los primeros partidos por el repechaje para entrar en octavos de la Copa Sudamericana. Una ronda en la que Colo Colo ganó 2-1 al América MG en el Monumental, y que verá acción entre Ñublense y Audax Italiano, en un duelo de chilenos.
Pero además se dieron otros partidos. Uno de ellos es el que protagonizó Barcelona de Guayaquil y Estudiantes de La Plata, que terminó con triunfo para los locales por 2-1. Los ecuatorianos sacaron ventaja en casa y buscarán abrochar su boleto en suelo argentino.
Para los pincharratas, eso sí, fue un viaje traumático en todo sentido. Y es que, además de perder el partido, vivieron un tremendo susto cuando una de las turbinas del avión en que regresaban a Argentina, falló. El elenco argentino debió aterrizar de emergencia en Santa Cruz de Bolivia.
De acuerdo al relato de los medios argentinos, se debió reparar por varias horas el desperfecto, pero en el intento de despegue, este arreglo no funcionó, por lo que volvieron a detectar la falla y el avión debió volver a descender, obligando a buscar un nuevo vuelo para la delegación.
Ninguno de los integrantes del plantel, cuerpo técnico o directiva sufrieron daños, pero la situación trajo a la memoria el trágico antecedente del Chapecoense, en 2016, cuando el equipo se trasladaba a Colombia para disputar la final de la competencia.
Viejos traumas
Pero no se trata de un antecedente único a nivel Conmebol en los últimos años. Y es que Huracán, cuando viajaban a Venezuela para disputar un partido de Copa Libertadores, sufrió un vuelco tras quedarse sin frenos, lo que significó que varios integrantes de la delegación terminaron con serias lesiones, pero sin fallecidos.
Favorablemente en esta ocasión solo se trató de una experiencia, de seguro, traumática para los argentinos, que ya este jueves volverán a las prácticas y disputarán el sábado un partido ante River Plate, previo a la revancha contra los ecuatorianos en La Plata.