La UEFA no se anduvo con chicas y castigó duramente a la Federación Bulgara por los hechos acontecidos el 14 de octubre pasado en Sofía, a próposito del partido entre Bulgaria e Inglaterra y en donde los hinchas bulgaron entonaron cantos racistas en contra de los jugadores ingleses.

La sanción tiene tres partes. Primero, una multa de 75.000 euros por comportamiento racista y otra de 10.000 por interrumpir el himno nacional. Segundo, los siguientes  dos partidos de local deberán jugar a puertas cerradas y por último, en esos encuentros deberán portar un lienzo que diga "no al racismo".

Como si fuera poco, la UEFA también amonestó a Bulgaria por las repeticiones de las jugadas en las pantallas gigantes del estadio, algo que está prohíbido.

La entidad europea que rige al balompié del Viejo Continente también impuso  una multa a la Federación de Inglaterra de 5.000 euros por interrupción del himno nacional.