Tomás Alarcón comienza a escribir su propia historia en el fútbol español. El mediocampista chileno está en el tramo final de la pretemporada con el Cádiz, a la espera del inicio de La Liga el próximo 14 de agosto ante Levante, y se llevó aplausos en su último amistoso.

El elenco andaluz se enfrentó nada menos que ante Atlético de Madrid en el estadio Nuevo Mirandilla, escenario estelar para la 66ª edición del Trofeo Ramón de Carranza, uno de los más antiguos del continente europeo e hito en la pretemporada.

El volante formado en O'Higgins de Rancagua tuvo presencia estelar desde el primer minuto en el equipo de Álvaro Cervera, y cumplía un decoroso papel cuando se ordenó su cambio al minuto 62, con desventaja en el marcador.

A cuatro minutos del final del tiempo regular, Alberto Perea encontró la paridad ante los colchoneros y estiró la definicion a una ronda de penales, que favoreció al conjunto amarillo por 4-2 y permitió alcanzar la corona que se le negaba hace una década.

Tomás Alarcón aparece casi del mismo tamaño que el legendario galardón que recibe el ganador del Trofeo Ramón de Carranza

Tomás Alarcón aparece casi del mismo tamaño que el legendario galardón que recibe el ganador del Trofeo Ramón de Carranza

Alarcón no disimuló su satisfacción y compartió en sus redes sociales una fotografía en la que aparce junto al espléndido trofeo y algunos de sus nuevos compañeros, como Álvaro Negredo y José María Rota.

La curiosidad estuvo en el trofeo en disputa, ya que se trata de una tradicional copa que pesa 12 kilos y mide más de un metro y medio. De hecho, no puede ser levantada por un jugador en solitario y menos por Alarcón, que se ve bastante menudo al lado de la mole de metal.