Un final dramático tuvo Boca Juniors recientemente en los octavos de final de la Copa Libertadores, ya que se despidieron de la posibilidad de avanzar a cuartos tras caer en penales ante Corinthians después de igualar sin goles tanto en la ida como en la vuelta. Lo que significó el despido del entrenador Sebastián Battaglia.

El exmediocampista xeneize, que ahora también es ex director técnico del club, recibió el sobre azul tras el amargo término que tuvo junto a sus dirigidos en la competencia más importante a nivel de clubes en Sudamérica y recientemente sorprendió al revelar el insólito lugar donde le informaron de la decisión: una bencinera.

Así, el estratega santafesino de 41 años se dirigió hasta el predio de Ezeiza para despedirse de sus jugadores y desde ese lugar atendió a los medios de comunicación para irse disparando en contra de los directivos, sobre quienes apuntó que están obsesionados con volver a ganar la Libertadores.

"La Copa Libertadores era un objetivo, pero desde 2007 no se gana. Han pasado muchos entrenadores y nadie tiene la fórmula del éxito, se ha convertido en una obsesión y sin duda termina siempre pagando el entrenador. Son las reglas del juego", lanzó.

En la breve conversación con los medios, Battaglia reveló que Boca Juniors le informó sobre su despido en una estación de servicio pero dejó en claro que no hay rencores, ni con la directiva ni con el vicepresidente y director deportivo xeneize: el histórico Juan Román Riquelme.

"Él (Riquelme) es el que dio esta oportunidad y sí, hubo diferentes opiniones en todo este ciclo. Creo que yo he sido siempre muy leal y agarrado a mis valores y tengo mis pensamientos", complementó el ex "5" xeneize.

Así, ahora Boca Juniors da por cerrada la era de Sebastián Battaglia al mando del club y a partir de ahora deberán buscar un nuevo nombre para hacerse cargo del primer equipo pensando en enfrentar lo que queda de torneo en el fútbol argentino.