El futuro de Cristiano Ronaldo preocupa bastante. Tras quedar sin club con una muy polémica salida del Manchester United en pleno Mundial de Qatar 2022 y tras haber fracasado en su última oportunidad de ganar una Copa del Mundo junto a Portugal, donde Fernando Santos lo dejó en la banca en sus dos últimos partidos, ahora solo queda buscar un nuevo destino. Ahí aparece el saco de plata árabe, pero también un viejo amor: el Real Madrid.

Al Nassr de Arabia Saudita parecía ser un destino prácticamente definido para el histórico delantero portugués, donde incluso se aseguró que firmaría un contrato de dos años y medio por más de 200 millones de euros, pero todo eso se ha ido enfriando y ahora son los Merengues quienes piensan en un verdadero bombazo.

Real Madrid va por la gran bomba del mercado

Así al menos lo reconoce la prensa inglesa. Más específicamente, fue el diario The Sun el que soltó la información que significaría un auténtico golpe al mercado en caso de llegar a concretarse en los próximos días.

De esta manera, el reporte advierte que el Madrid está interesado en repatriar a CR7, que con la camiseta blanca brilló con el mejor momento de su carrera ganando cuatro Champions League, cuatro Balones de Oro y se convirtió en el goleador histórico del club con 451 goles.

Eso sí, no todo puede ser alegría y buenas noticias. La oferta que preparan en el Santiago Bernabéu no cumpliría con todos los exigentes requisitos del Comandante, ya que, primero, no tendría asegurada una camiseta de titular indiscutido y, segundo, en temas de sueldo este no sería ni la mitad de lo que ganaba en Old Trafford.

Así las cosas, se entiende que ahora todo quedará en manos de Cristiano Ronaldo. El Bicho tendrá que elegir entre dos caminos. El primero es pensar en el dinero pero despedirse del fútbol de alta competencia, y el segundo es olvidarse de lo económico para volver a uno de los mejores equipos del mundo buscando demostrar que, a pesar de que en el Manchester United y en Portugal lo despreciaron, sigue siendo un jugador top.