El Betis hace rato que no da pie con bola, pero hoy estuvo muy cerca del bochorno. El equipo de Manuel Pellegrini cayó por 4-2 ante Celta de Vigo en casa, sufrió su peor derrota de la temporada y comienza a resignar puntos importantes en la lucha por alcanzar un boleto a las copas internacionales de la próxima campaña.

De esta manera, el equipo andaluz suma su quinta derrota en los últimos seis partidos, si se contabilizan las caídas por definición desde el punto penal en la Supercopa ante Barcelona y en la Copa del Rey contra Osasuna. Una racha jodida en la que el equipo del Ingeniero comienza a perder la forma y pagar caro la falta de refuerzos.

Pero otro de los apuntados con el dedo es el arquero Rui Silva. El portugués no ha podido mostrar sus pergaminos detrás de una defensa gelatinosa, y las redes sociales inmediatamente empezaron a clamar por el nombre del chileno Claudio Bravo. Si hasta Youssouf Sabaly tuvo que salvar una goleada más expresiva, tras remate de Iago Aspas en el epílogo.

Vuelve el gol, pero naufraga la defensa
 

La única buena noticia que se lleva Manuel Pellegrini de la jornada en la que Betis perdió ante Celta fue el renacimiento de la ofensiva, que encontró la definición e incluos puso por delante al cuadro verdiblanco en el primer tiempo. Jorgen Strand Larsen abrió la cuenta para los gallegos (6'), pero Juanmi y Sergio Canales (9' y 23') le dieron la vuelta.

Sin embargo, en lo posterior fue Celta el que estuvo más claro, especialmente al aprovechar los errores en la salida bética. Un doblete de Gabri Veiga (42' y 56') más la anotación de Joseph Aidoo (69') dejaban en pésimo estado al local, que sobre el final consiguió el descuento, vía penal de Nabil Fekir (84') y coronó una noche infausta con la expulsión de Luiz Felipe (90'+5) y un zafarrancho entre las bancas de ambos equipos.

De esta manera, el elenco del Ingeniero Pellegrini queda expuesto a caer de la zona de clasificación a torneos europeos si Rayo Vallecano le gana a Almería el lunes, pero sobre todo, a la crítica por las pobres presentaciones de 2023. Un bajón en el que ahora no podrán culpar a Claudio Bravo.