Las vacaciones del capitán del Manchester United, Harry Maguire, en la isla griega de Syros le salieron bastante caras luego de recibir una sentencia condicional de 21 meses y 10 días.

El inglés se defendió asegurando que se había visto envuelto en una riña pero que él no “había hecho nada” relato que contrasta con la denuncia policial y la prueba de los hechos.

La policía griega sigue insistiendo en la culpabilida del británico y varios medios del Viejo Continente han reproducido declaraciones de los oficiales que aseguran respecto a Maguire: “no lo tratamos de manera diferente a otros chicos británicos borrachos. Esta era sólo una persona borracha que se estaba peleando. Nos ocupamos mucho de este tipo de sucesos. Se ha convertido en uno más con todo lo que dice”.

Los agentes han manifestado que cuando detuvieron a Maguire, este les dijo: “¿Saben quién soy? Soy el capitán del Manchester United. Soy muy rico, puedo darles dinero. Les daré dinero, por favor, déjenos ir”.

Las pruebas fueron del todo contundentes y por eso el jugador inglés fue condenado en definitiva.