La Copa Africana de Naciones comenzó en Camerún a pesar de los problemas sociales del país, los brotes de Covid-19 y las protestas de los clubes europeos que no querían prestar a sus jugadores.
Esta competición, que se juega desde 1957, superó todas la vallasporque es vital para la economía de los clubes locales, siendo que a cada Copa viajan cientos de agentes europeos para fichar a jugadores por bajo precio.
Las decenas de casos de coronavirus en jugadores tampoco hicieron cambiar de idea a los organizadores. Gambia tenía 16 de sus 28 jugadores disponibles, mientras Costa de Marfil informó de otros ocho casos.
Camerún tenía cuatro positivos y Senegal, que este lunes derrotó a Zimbabwe, lamentó las ausencias de nueve jugadores. También reportaron casos Malaui, Argelia, Cabo Verde, Túnez y Nigeria.
Para hacer frente a esta situación, la Confederación Africana dispuso que los equipo lleven 28 jugadores al torneo en lugar de 23 y recalcó que los equipos deben jugar sus partidos si tienen al menos 11 jugadores que hayan dado negativo por Covid-19.
En caso de que no haya porteros disponibles, se requerirá que un jugador de campo juegue en el arco. Además, se señala que se considerará que un equipo que no tenga un mínimo de 11 jugadores disponibles ha perdido el partido.
Por último desde la AFCON indican: “En casos excepcionales, el comité organizador de la Copa Africana de Naciones tomará la decisión apropiada”.